Antes de realizar conjeturas, lo primero es conocer a la pareja para luego tomar una posición.

Que hacer si no me gusta la pareja de mi hijo

Cuando los hijos comienzan a tener una relación sentimental es común que en muchos padres surjan dudas de si esa persona es o no la adecuada para ellos.

Cuando los hijos comienzan a tener una relación sentimental es común que en muchos padres surjan dudas de si esa persona es o no la adecuada para ellos.

Antes de realizar conjeturas, lo primero es conocer a la pareja para luego tomar una posición. Si después de ese proceso no le cae bien, no debe prohibirle salir con él o ella, “porque existe el riesgo de que los padres se conviertan en el enemigo, en lugar de ser su apoyo”, dice la psicóloga Naja Yúñez.

Qué hacer

La experta da sus consejos dependiendo de la razón de su desacuerdo:

-Si hubo una mala primera impresión o no le gustó su personalidad durante su encuentro, lo mejor es dar una segunda oportunidad y no poner barreras porque es posible que justamente no haya tenido un buen día o tuvo algún problema que afectó su comportamiento.

-Si existen agresiones, dependencia física o química (si la otra persona consume drogas) el tema se torna complejo. Al evidenciar estos casos, los padres deben conversar sobre el tema, en pro del bienestar integral de sus hijos. Darles confianza para que, en caso de requerir soporte profesional o emocional, sepan que pueden contar con ellos.

-Las características físicas, grupo étnico, social o religioso al que pertenece, no son razones para rechazar una relación. Lo más importante es que
su hijo sea feliz, respetado y amado.

Mamitis o papitis

Yúnez dice que la dependencia a papá o mamá puede ser una de las razones más comunes por las cuales existen expectativas exageradas o irracionales de cómo debe ser la pareja del hijo (a). “Suelen crearse requisitos pocos realistas sobre el príncipe o la princesa que esperan. Es ahí cuando se tiende a la excesiva intromisión o sobreprotección, al no encontrar ninguna pareja adecuada. Recuerde que el hombre o mujer perfecto no existen”, recalca.