Es abogado de origen guatemalteco y también lidera la organización Acción Ciudadana.

Manfredo Marroquin: “Hay influencia en la conducta de los jueces para la impunidad”

Marroquín vendrá a Quito el 30 de agosto para participar en un seminario sobre el tema de la corrupción.

E l abogado guatemalteco, presidente de Acción Ciudadana y representante de Transparencia Internacional en América Latina, vendrá a Quito el 30 de agosto para participar en un seminario sobre el tema de la corrupción. Manfredo Marroquín ha denunciado la malversación de fondos, la sobrevaloración en la construcción de proyectos de infraestructura, las obras públicas inexistentes, las empresas fantasmas y las anómalas en la ejecución de presupuestos en la función Judicial, Ejecutivo y Legislativo de su país. Él conversó con EXPRESO sobre la corrupción en la región y en Ecuador.

- El caso Odebrecht salpicó a las más altas autoridades de Latinoamérica. ¿Cómo mira esto?

- Es un caso emblemático de cómo todos los sistemas políticos y económicos en la región están en una alianza, que se retroalimenta en términos de corrupción y de financiamiento de campañas. Esa dinámica, desafortunadamente, trascendió fronteras y ya toda Latinoamérica padece de estos esquemas de redes político-económica que se agencian de los fondos públicos para hacer negocios y enriquecerse ilícitamente.

- Hay expresidentes en la cárcel por actos de corrupción. En Ecuador el vicepresidente, Jorge Glas, está señalado por supuesta corrupción...

- Ya no es sorpresa que presidentes y vicepresidentes estén involucrados en corrupción. Es lamentable el caso de Ecuador. Se trata de un modelo de corrupción transnacional, no solo de la empresa brasileña, sino de otras que actuaban a nivel local con esquemas corruptos. Vemos que, lamentablemente, ningún país era inmune a la penetración de estas redes de corrupción. Después de Odebrecht espero que las sociedades latinas tomen más conciencia sobre este grave problema que deslegitima la acción política, en medio de un discurso populista para atraer el voto. Ese poder esconde las redes de estos negocios.

- ¿Por qué el populismo puede empujar actos de corrupción?

- En América Latina hay tantas carencias, precariedades y pobreza que el populismo se aprovecha de ellas para capturar el voto. Usa los recursos públicos para crear un mercado cautivo político y para mantenerlo se retroalimenta de la corrupción. Esto empeora la situación de los países y trunca los planes de los programas de salud, educación, o vivienda que necesitan de la disponibilidad de recursos.

- ¿En Ecuador y en otros países se han firmado contratos millonarios con el Estado sin control y con mecanismos de emergencia para favorecer a ciertas empresas?

- Muchas veces eso inicia desde que el proyecto se desarrollará porque muy pocas personas tienen la decisión en sus manos. En esos macroproyectos no hay interés social, sino coimas y sobornos de por medio. El esquema Odebrecht era muy atractivo porque ofrecía jugosos sobornos. El patrón que se usó eran los contratos, con ciertas características, que se modificaron y recortaron. Por ejemplo, en Guatemala, el contrato era para construir 150 kilómetros de carretera, pero se hizo uno nuevo para 48 kilómetros. De ese proyecto salían las coimas para los funcionarios locales.

- En Ecuador se sospecha que eso ocurrió con la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas que costó 2.200 millones de dólares...

- Allí nos damos cuenta que muchos megaproyectos eran incentivados por los sobornos, no por interés nacional. Ese proyecto puede ser inservible, su motivación no era aumentar la producción petrolera, sino conseguir jugosos sobornos que hoy han quedado al descubierto.

- El excontralor Carlos Pólit, quien huyó a Miami, tiene orden de prisión preventiva, acusado por desvanecer glosas a favor de la empresa brasileña por 70 millones de dólares...

- Evidentemente se ha creado un esquema de impunidad. Nada de esto sería posible sin el soporte y la plataforma de estas redes que maniobran para anular los controles que deberían existir en una democracia. Las redes invalidan los poderes del contralor, de la fiscalización política del Parlamento, la investigación del Ministerio Público e influyen en la conducta de los jueces para que todo esto cierre un círculo de impunidad.

- ¿Se necesitan más leyes?

- En nuestros países creemos que con cambio de leyes hay cambios de realidades. Pero se necesitan conductas políticas y económicas que se apeguen al estado de derecho. Un estado de derecho busca la imparcialidad y normas vigentes. Nuestros sistemas políticos tienen niveles de discrecionalidad en la toma de decisiones. También hay mucha vocación del poder absoluto para controlar todo. Es la crisis de la democracia porque hay un poder caudillista.

- ¿Eso quiere decir que el autoritarismo alimenta los niveles de corrupción?

- No necesariamente. Lo que provoca esa situación es anular las funciones independientes del Ejecutivo, Legislativo, Judicial y de investigación. Allí es cuando las autoridades caen en la tentación de nominar a gente amiga para encubrir los delitos. Por eso hace falta el desarrollo democrático de la población que demande poderes independientes y que no estén sometidos a un poder presidencial.

- En Ecuador las organizaciones sociales, políticas, sindicales han demandado esa independencia de poderes durante una década, pero no ha pasado nada...

- La experiencia en América Latina nos enseña que la población debe ser más exigente. También debe movilizarse para demandar y conquistar lo que pide. Las autoridades no van a reaccionar ni a provocar cambios si no hay presencia activa de los ciudadanos. Ellos retan al poder. Sin embargo, no creo que estos cambios sean fáciles a corto plazo si la sociedad no se manifiesta de diversas formas hasta lograr que los políticos entiendan.

- ¿Qué papel juega la transparencia de un Estado y la libertad de expresión y de prensa para evitar la corrupción?

- Será muy difícil combatir la corrupción si no hay libertad de prensa y de expresión. Los medios tienen la capacidad de hacer investigación. Esa investigación que jueces no hacen porque están supeditados al poder que no les permite hacer su trabajo.

- En el informe de Transparencia Internacional de 2017, Ecuador queda mal parado...

- Históricamente, Ecuador siempre estuvo en uno de los últimos lugares de América Latina. Sin embargo, mejoró bastante el índice de la percepción de la corrupción en el segundo período del gobierno de Rafael Correa. Pero, ahora, empieza a caer, no está entre los peores países de la región, más bien salió de una calificación baja. Los peores son Guatemala, Honduras y Venezuela, que están por debajo de Ecuador.

- Rafael Correa decía que la corrupción en su Gobierno era residual. ¿Qué quiere decir?

- No existe la corrupción residual, que sería como marginal, hay un sistema estructural e histórico.

- ¿La corrupción y la impunidad son hermanas gemelas?

- Son hermanas siamesas, no existen la una sin la otra. Ambas se retroalimentan, retuercen y empujan. La transparencia es el antídoto contra la corrupción, la información debe fluir desde el Estado.

- La mordida, como se llama en México a los sobornos, ¿cómo influye en este tema?

- La corrupción tradicional tenía que ver con el soborno a los funcionarios. Ellos deben servir a los ciudadanos sin intermediación de dinero. Esa corrupción, de 10 dólares, quedó atrás. Hoy hay un esquema de gran corrupción y millonarias cantidades. ¿Cuál es el mensaje que queda al servidor público que vive con el salario mínimo? Que el poder poder se roba millones y eso es un incentivo.