Contra el maltrato de animales

Mis hermanos católicos tienen la costumbre (en agosto) de llevar sus mascotas a la catedral para que sean bendecidas; como cristiano evangélico no comparto ese rito pero sí debo felicitarlos por ese acto de amor hacia sus animales.

La Biblia no señala expresamente que se deba orar por los animales pero el amor de Dios está por encima de todo legalismo; considero, por tanto, que en las congregaciones evangélicas se debería fomentar (no como rito) el orar por ellos para que Dios los proteja y los sane, si están enfermos y que no se los maltrate inmisericordemente.

Acoge lo bueno y desecha lo malo, dice el Señor.

Miguel Ulloa Paredes