Malala
Es el nombre de una heroína pastún, que murió en batalla, dando fuerza y aliento a los soldados que luchaban por la independencia y libertad de su pueblo, en sus enfrentamientos con los británicos. Es un símbolo de valor y valentía, de no dejarse vencer fácilmente.
La joven pakistaní Malala Yousafzai fue bautizada así, sin saber que a la corta edad de quince años le tocaría sufrir similar suerte. En octubre del 2012, un talibán fundamentalista le disparó a quemarropa junto con dos de sus compañeras, por participar en un blog de la BBC, defendiendo su derecho y el de miles de jóvenes de asistir a la escuela y de no dejarse reducir a una vida de sumisión al régimen del Código de Honor imperante en el valle de Swat en su país.
Los talibanes en Pakistán incendian las escuelas para evitar que los niños se eduquen o entren en contacto con el internet, al que consideran uno de los grandes males de la modernidad. Desde la fecha del atentado, Malala vive una nueva vida en Inglaterra, hoy es una líder y activista internacional que recorre el mundo, defendiendo la causa de todas las mujeres y de los 66 millones de niños que están impedidos de recibir educación.
Durante la Colonia, los indios y los mestizos tenían serias dificultades para recibir educación. A la población esclava de los Estados Unidos se le impedía aprender a leer o escribir y mucho menos votar. En Sudáfrica, la población negra recién adquirió plenos derechos con la liberación de Nelson Mandela.
En el Ecuador, la estudiante lojana Matilde Hidalgo tuvo que desplegar dura batalla para recibir instrucción secundaria y luego poder ingresar a la facultad de Medicina de la Universidad Central. Todavía millones de mujeres en muchos lugares del planeta sufren discriminación e impedimentos para recibir igual educación, remuneración y oportunidades que los varones.
Dos jóvenes argentinas asesinadas en Montañita, aun después de su trágico final, sufren los prejuicios de género. Mi adhesión con los millones de Malalas que luchan por sus derechos y por erradicar la ignorancia y el fanatismo, imperantes en múltiples localidades.
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