Marcha. Unas 100.000 personas salieron a protestar contra Dilma Rousseff y Lula el pasado sábado.

Lula sera ministro, dicen los oficialistas

Luiz Inácio Lula da Silva aceptó ser ministro de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, dijo una fuente del palacio de Gobierno, una posición que le ofrecería al exmandatario alguna protección judicial frente a una investigación por lavado de dinero.<

Luiz Inácio Lula da Silva aceptó ser ministro de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, dijo una fuente del palacio de Gobierno, una posición que le ofrecería al exmandatario alguna protección judicial frente a una investigación por lavado de dinero.

La fuente, que pidió anonimato para hablar libremente, dijo que es probable que Lula, un negociador hábil, se haga cargo de los asuntos legislativos, donde puede aprovechar sus cercanos vínculos con los parlamentarios del Partido de los Trabajadores.

El nombramiento de Lula como ministro es visto por opositores al Gobierno como un intento de Rousseff para mantener unida a la coalición de Gobierno, cuando se enfrenta a una recesión y a la posibilidad de un juicio político.

El principal índice de la bolsa de Brasil, el Bovespa, caía casi un 4 % y la moneda, el real, se debilitaba un 2,5 % frente al dólar tras el primer reporte del diario O’Globo de que el líder se integrará al Gobierno.

Lula, quien fue presidente entre 2003-2010 en medio de un auge económico, sigue siendo uno de los políticos más influyentes de Brasil, pero está siendo investigado por sospechas de que se benefició de un enorme escándalo de sobornos que ha golpeado a líderes empresariales y políticos de la coalición de Gobierno.

Si acepta el puesto en el gabinete, el caso de corrupción por el que se le investiga pasaría de las manos del activo juez federal Sergio Moro a la Corte Suprema de Brasil. A Moro se le había entregado el lunes la jurisdicción para decidir sobre cargos de lavado de dinero contra el expresidente.

El fiscal general de Brasil, Jose Eduardo Cardozo, negó que el Gobierno esté tratando de blindar a Lula de las acusaciones y dijo que no hay impedimento para que se una al gabinete. “Lula no está escapando de la justicia. No hay ningún intento de protegerlo”, dijo Cardozo a periodistas.

El ingreso de Lula al Gobierno “es una posibilidad real, concreta (...), pero se está llevando a cabo una evaluación de los pros y los contras”, acotó la fuente del Gobierno.

El exlíder sindical e ícono de la izquierda latinoamericana ya se encuentra en Brasilia para discutir esa posibilidad. “Hay un deseo público de la bancada del PT y de varios líderes aliados de que Lula sea ministro, pero es una decisión que le corresponde tomar a él esta semana”, señaló a los medios José Guimaraes, líder del PT, en la Cámara de Diputados.

Rousseff le hizo personalmente la propuesta a su mentor y predecesor, que gobernó de 2003 a 2010 un país que por entonces era citado como ejemplo del mundo emergente por su crecimiento económico y sus programas sociales.

Ministro es acusado de soborno

Un senador del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), procesado por el fraude a Petrobras, acusó a un ministro de querer sobornarlo para evitar que comprometiera al Gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff ante la justicia.

El ministro de Educación, Aloizio Mercadante, figura histórica del PT, le pidió al senador Delcidio Amaral que no cediera a un acuerdo de delación premiada con la justicia, prometiéndole a cambio respaldo político, según la confesión del parlamentario.

Exministro de la Casa Civil de Rousseff (asimilable a jefe de gabinete), Mercadante le pidió a Amaral que “tuviera calma y evaluara muy bien la conducta a tomar ante la complejidad del momento político”, según el texto de la delación, rechazada tajantemente por el ministro.

Si Amaral llegaba a un acuerdo con la justicia, tendría “una responsabilidad en la desestabilización” del Gobierno, advirtió el ministro.