Comandó al Ejército ecuatoriano en la guerra del Cenepa en 1995. Fue jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. En 1998 dejó la vida militar y fue electo diputado por la Izquierda Democrática. Dos años después, asumió la Alcaldía de Quito por dos p

‘Me han probado en la paz y en la guerra; no he fallado’

La palabra estrategia es una constante en sus respuestas. Aunque su nombre todavía no ha sido lanzado oficialmente como precandidato a la presidencia, él dice tener clara la idea de lo que necesita el país para salir de la crisis.

La palabra estrategia es una constante en sus respuestas. Aunque su nombre todavía no ha sido lanzado oficialmente como precandidato a la presidencia, él dice tener clara la idea de lo que necesita el país para salir de la crisis. Todavía espera una decisión de la Izquierda Democrática (ID), único partido del que aceptará una postulación.

¿Qué pasa si la ID propone otro nombre y no el suyo?

Tienen derecho a ir con otra opción, a lo que no creo que tengan derecho es a ir solos. La alianza natural de la ID es con la centro izquierda en el Acuerdo Nacional por el Cambio, no hacerlo es seguir el juego al Gobierno. Si ellos van con otro candidato yo no iré con otros. Eso sería ‘chimbar’ dentro de la tendencia.

El Acuerdo y la ID deben estar revisando las encuestas ¿qué dicen de Paco Moncayo?

Hoy (ayer) escuchaba a Blasco Peñaherrera (Market) que decía que no me han medido porque no soy precandidato. Pero han preguntado ¿se sentiría bien en un país en el que el presidente sea Moncayo? El 51 % responde que sí.

¿Eso no le motiva a terciar, aunque el partido de sus amores no se decida por usted?

No hay que apresurarse. Un 60 % de personas no ha decidido su voto. Es decir, no se convence por ninguno de los que están. Estas encuestas son una foto de la línea de partida. En febrero habrá una de la llegada y estoy convencido de que no será la misma imagen.

Si fuese presidente ¿cómo superaría la crisis?

Tomé la Alcaldía de Quito (2000) en una situación difícil en la que no había ni para pagar sueldos. Pero encontramos soluciones siendo abiertos, flexibles. Puedo decir que tengo experiencia en administración y todas han sido exitosas. He sido probado en la paz y en la guerra y no he defraudado al país. El peor crimen de los presidentes altamente ideologizados es que se ponen una camisa de fuerza. ¿Cómo se entiende que una persona rechace un crédito a largo plazo con un interés bajo y prefiera uno a corto plazo y alto interés solo por ideología? Un estadista debe ser estratega y pragmático.

Pero en el Acuerdo Nacional también tiene aliados como Unidad Popular o Pachakutik altamente ideologizados.

La realidad de ahora es otra. Los más flexibles y con los que se puede negociar son, precisamente, los de Unidad Popular. El que puso como condición que el Acuerdo sea más amplio y plural fue Pachakutik. Hay un prejuicio en torno a los dos.

En temas militares: una jueza decidió el lunes que se capacite a los soldados en “sujeción a la Constitución” ¿no tienen clara la Carta Magna?

La jueza no sabe lo que dice ni conoce la realidad de las Fuerzas Armadas. Desde la escuela militar se estudia Derecho Constitucional, Código Penal y normas de disciplina que son las reglas que rigen la vida militar.

La queja es que no están reconociendo al ‘comandante en jefe’ de las Fuerzas Armadas.

Es que no existe esa figura. La Constitución dice, claramente, que es la más alta autoridad y esta se ejerce en el campo político y administrativo a través del ministro de Defensa y, en lo operativo y estratégico con el jefe del Comando Conjunto. Pero la escala de jerarquías va desde el soldado al general y no hay puesto para el presidente. Alguien en broma decía que habría que crear el puesto de ‘generalísimo’ para que esté por encima del general de cuatro estrellas.

Circula un video en el que se ve a supuestos soldados entrenando a civiles ¿qué opina?

De ser cierto, sería extremadamente peligroso. América Latina vivió el paramilitarismo y el terrorismo desde el Estado y la subversión y esto dejó mucho dolor y heridas abiertas. No jueguen con la paz social, los ecuatorianos no merecemos experimentos ridículos que han fracasado.