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‘ Habra algun ciudadano que crea en las promesas de algunos candidatos ’

La demagogia de algunos candidatos no tiene límites. El envilecimiento que hacen de la política. A medida que pasan los días para que se den las elecciones cobran nuevas formas y expresiones. Con tal de tomar el poder, apelan a lo que sea. La demagogia, emparentada con la falacia, los ha caracterizado desde siempre. Ahora “evolucionan” y, lejos de ofrecer bienestar a los ciudadanos, les prometen solucionar todos los problemas que nunca lo cumplen. Harta de padecer de este “síndrome” una gran parte de la población ha puesto oídos sordos a las promesas de casi todos los candidatos.

En tiempos de campaña, los embustes son indispensables. Ante el imperativo coyuntural de prometer para el instante, aseguran que solucionaran los graves problemas que tiene el país. Hacen un ofrecimiento como símbolo de honestidad y de virtud pública. Sólo mientras están en campaña y se celebran los comicios. Después, son víctimas de amnesia, frecuentemente acompañada por la indiferencia hacia la gente. Lo triste de este fenómeno, es que los ecuatorianos vayan a seguir dejándose llevar por el escándalo y la emotividad para sufragar. Y con eso, es claro que no podemos esperar ninguna transformación de fondo.

Econ. Mario Vargas Ochoa