
Logro justicia por su pierna
En la sentencia, el juez Benavides observó que la mayoría de los demandados incurrió en rebeldía, dada la falta de colaboración a la administración de justicia. Ante eso, los condenó solidariamente a pagar 25.000 dólares en costar los honorarios profes
El 16 de mayo de 2013, una jueza de España condenó a una compañía de seguros para que indemnice a un hombre de 64 años al pago de 601.000 euros, más otros rubros que subiría la cifra a un millón. Todo, por la pérdida de una pierna en un accidente. El fallo generó un gran precedente que, en Ecuador, ha sido tomado en cuenta para un menor de edad que sufrió un daño similar hace siete años.
En diciembre de 2015, el juez de la Unidad Judicial Multicompetente Primera Civil de Santa Elena, Eduardo Benavides León, declaró con lugar una demanda propuesta por el abogado Raúl Cordero, defensor de la familia de Francisco Zalles, quien -el 11 de abril de 2009- sufrió la amputación de su pierna derecha tras un accidente en un parque acuático.
El fallo concluyó con una condena en contra de los representantes y el exadministrador del parque de diversiones acuáticas Aquadventure (actualmente en liquidación) al pago solidario de 500.000 (medio millón) dólares. Esto, como indemnización por daños y perjuicios materiales y morales, más los costos de tratamientos médicos y prótesis que a futuro deberá realizarse la víctima.
Si bien, el abogado Cordero considera que la justicia ecuatoriana procura que se repare en algo el daño causado por negligencia, hoy la familia se muestra preocupada por la decisión final que se dé en el caso. El pasado 20 de mayo, las partes concurrieron a una audiencia de conciliación convocada por la Sala Única de la Corte de Santa Elena para resolver un recurso de apelación a la sentencia.
La diligencia analizó básicamente el monto fijado en la indemnización, fundamentada -según la resolución- en el daño causado a la víctima, en ese entonces de 11 años.
Un daño que, a decir del jurista, se asienta en las secuelas físicas y psicológicas que marcaron la vida de Francisco.
Desde abril de 2009, el ahora joven ha pasado por múltiples visitas con terapistas, en rehabilitaciones físicas por periodos extendidos, chequeos ortopédicos, cirugías plásticas y consultas psiquiátricas.
Todo para poder seguir una vida normal que se trastocó el 11 de abril de 2009, cuando se divertía en una de las piscinas del parque junto con su padre.
La alegría de la familia terminó cuando, inesperadamente, la pierna derecha del menor se quedó trabada en una bomba de succión que estaba al fondo del estanque. La rejilla que protegía la cámara se había salido ante la constante presión de la máquina.
Ante los gritos, su progenitor acudió a auxiliarlo. Al sacarlo observó que el niño tenía desgarrada la mitad de la pierna. La bomba había triturado la tibia y el peroné.
Cuatro pulgadas abajo de la rodilla, los tejidos y nervios estaban muertos.
Tras la desgracia, el parque fue clausurado. Durante las investigaciones fiscales se determinó que no tenía permiso de funcionamiento, tanto del Municipio como del Cuerpo de Bomberos de Salinas.