El paso Nobol-Daule es una de las recientes obras en el norte de Guayas.

Las lluvias y la falta de cuidado afectan a los caminos rurales

Alegría generó en los habitantes de la vía Magro-Colimes el momento en que la maquinaria de la Prefectura del Guayas asfaltó la carretera, hace más de tres años. Pero esa sonrisa duró pocos meses, hasta que las primeras lluvias se encargaran de desapar

Alegría generó en los habitantes de la vía Magro-Colimes el momento en que la maquinaria de la Prefectura del Guayas asfaltó la carretera, hace más de tres años. Pero esa sonrisa duró pocos meses, hasta que las primeras lluvias se encargaran de desaparecer esa capa de asfalto.

“Desde entonces, ninguna máquina ha venido a esta zona”, aseguró David Rodríguez, agricultor del recinto Bermejo de Abajo, de Santa Lucía.

En igual situación están otros recintos lucianos, como Estero Loco y Caña Brava.

Un equipo de EXPRESO comprobó ayer los problemas que afrontan los caminos vecinales del norte del Guayas, que, además de las lluvias, se deterioran por la falta de mantenimiento.

En Lomas de Sargentillo, las vías a los recintos Las Cañas y a Pueblo Nuevo no tienen problemas para circular. Los inconvenientes comienzan a llegar a estos sitios. Pocos conductores se atreven a avanzar en esta época hasta los sectores Príncipe, Mamey y Escobería, por las dificultades del terreno.

Mientras, las lluvias y la creciente del río Pula han afectado a los recintos de Daule como Las Maravillas, Comején, Palo Alto, La Isla y Bramadero.

Hay familias que permanecen aisladas, las cuales deben utilizar canoas para avanzar hasta la vía principal del recinto Las Maravillas.

Lorena y Mariana Plúas, habitantes del recinto Comején, no tienen canoa. La única opción es caminar con el agua más arriba de los tobillos.

Hace un mes, agricultores balzareños protestaron e incluso advirtieron con un ultimátum si la Prefectura incumplía con el mantenimiento de las vías Chaparral-El Limón, Las Trampas, Tachuela, San Juan-El Desecho, San Isidro-Pasaje, Las Lajas y San Guillermo-Batán-Chicompe.

Los manifestantes expresaron su malestar porque hace ocho meses se prometió reconformar las vías Balzar-Olmedo y Balzar-Chaparral.

Hace una semana, la maquinaria reconformó parte de las vías. “Pero fue a medias y prueba de ello son los grandes huecos que se han formado recién”, enfatizó el dirigente Jimmy Holguín.

De los problemas viales no se salva El Empalme. Esta obra la esperan alrededor de 2.000 pobladores de los recintos Carlos Julio, Campoverde, Pedro Vélez, Topadero, Puerto El Palmar, Chola 1 y 2, San Isidro, La Unión, Las Piedras, Las Tecas, San Juan, San Ramón, Morocumba, El Mono, Los Pavones, Las Margaritas, San Andrés y San Gregorio.

Los campesinos empalmenses lamentan que no haya servido la marcha que efectuaron en abril del año pasado.

Para ingresar a la zona hay que recorrer 16 kilómetros de la vía El Empalme-Pichincha. Pero los vehículos deben hacerlo con precaución debido a los constantes baches que se han formado, producto de las recientes precipitaciones y de la falta de mantenimiento.

Otra vía que necesita mantenimiento es la que conduce al recinto La Guayas, cuyo asfalto desapareció. JPZ-ERS-YGV