Saben que se juegan su vida y la de la gente a la que tratan de rescatar. Los especialistas ecuatorianos y los que han llegado del extranjero tienen que desarrollar su tarea con precisión de cirujano y en las condiciones más desfavorables. Ellos son los p

Limite: 72 horas

Las tareas de rescate continúan en Tarqui: 168 bomberos de Quito trabajan en Manta. Ellos rescataron 25 personas con vida y 86 cadáveres. Enrique Hurtado, jefe de operaciones, aún se conmueve al recordar los rostros de las personas halladas.

Son especialistas en rescatar personas vivas en situaciones de desastre. Por eso, ayer por la mañana esperaban ansiosos la asignación del día. Los rescatistas españoles, que colaboran en la localización de víctimas, estaban en Manta.

Las primeras 72 horas son cruciales, dijo a EXPRESO Antonio Rodríguez, comandante de Bomberos Unidos Sin Fronteras-España. Diecisiete miembros de la organización instalaron su campamento en el parqueadero del hotel donde trabaja el COE provincial. Trajeron siete perros de rescate y una tonelada de material de salvamento y para la extracción de personas.

Todos son especialistas con más de 20 años de labores en zonas de catástrofe. Trajeron su propia alimentación. Esperan colaborar durante 15 días en Manabí. Tienen personal sanitario y su presencia es requerida para comprobar que no hay sobrevivientes.

Ellos ya recorrieron Rocafuerte, Bahía de Caráquez, Calceta y Manta y no encontraron personas con vida. “Por desgracia, estamos acostumbrados a este tipo de intervenciones”, contó el comandante. Han estado, sobre todo, en las grandes catástrofes de los últimos años en Nepal, Chile y Haití.

A veces, cuentan, deben dejar su país para asistir a dos eventos en un año. Fidel Suárez, de 55 años, lleva 30 en tareas de rescate. Coincide con el comandante Rodríguez en que las primeras 72 horas son cruciales para rescatar a personas con vida. Pero, asegura él, se han dado casos en los cuales las víctimas han sobrevivido hasta nueve días debajo de escombros, en casos extremadamente excepcionales.

Todo depende de la condición física de la persona, si recibe agua o tiene ventilación. Él ha estado en rescates en Taiwán, India, Perú, Turquía, Nepal, entre otros lugares.

Los canes de Bomberos Unidos son la clave: ellos detectan olores que para los humanos son imperceptibles. En Manta, en la zona a la que fueron asignados, los animales no identificaron señales de vida.

Los especialistas españoles estarán en Ecuador hasta la próxima semana. A su grupo de trabajo se unieron, además, cinco valencianos.

¿Cómo trabajan? Bomberos Unidos es un equipo de intervención rápida. Llegan al sitio y contactan a las autoridades que tienen la información y reciben la asignación de la zona. Con esos datos evalúan en qué sitios soltar los perros para que hagan la ‘batida’ de la zona y detecten dónde es posible encontrar personas con vida.

Los perros trabajan con el método Arcón y con total autonomía. Revisan el área con atención y motivación. Cuando encuentran olores se paran y ladran en el punto exacto del hallazgo. Esa señal se contrasta con otro perro y se inicia la extracción de la persona, explica Suárez. Para eso hay una retirada selectiva de escombros.

Antes, Bomberos Unidos tenía otro método de trabajo: ellos localizaban a las víctimas y otros se encargaban de su rescate. Ahora el equipo cuenta con tecnología suficiente para completar la labor.

Suárez dice que la profundidad a la que se encuentre la víctima no es tan esencial a la hora de su localización como la posibilidad de emanación de olores hasta la superficie.

Hay ocasiones, dijo, en que la persona no está a muchos metros de profundidad, pero no hay forma de que sus olores lleguen a los perros. En otras en cambio las personas están debajo de toneladas de escombros, pero la ventilación permite que su olor sea percibido.