En la foto, Brahian Alemán se lamenta

Liga marcha sin rumbo

El cuadro ecuatoriano complicó su continuidad en la Copa Libertadores. Fue superado en su estadio por el Toluca mexicano.

La mala racha se extendió a la Copa Libertadores. Liga Deportiva Universitaria de Quito perdió en su estadio ante el Toluca mexicano.

Y los errores también fueron los mismos: ansiedad por lanzarse al ataque sin proteger la última línea y poca claridad en el traslado del balón.

Durante el primer tiempo los albos propusieron el juego en cancha rival. Presionaron cerca del área y asfixiaron a los mexicanos.

Sin embargo, no tuvieron la claridad necesaria en la última habilitación, por lo que los defensas visitantes ganaron en la mayoría de enfrentamientos.

La disposición ofensiva de los capitalinos poco a poco se convirtió en desorden. Los volantes soltaron la marca para sumarse al ataque y dejaron muchos espacios para que los cubran únicamente los cuatro de la última línea.

Ahí el Toluca fue más peligroso. Con pases largos, principalmente a los costados, los rojos empezaron a generar acciones claras. La primera fue el disparo de Bottinelli que se estrelló en el vertical.

Si bien los azucenas mantuvieron la posesión, cada vez que la visita recuperó la pelota causó daño. Así, a cuatro minutos del descanso se puso en ventaja tras una jugada de pelota quieta. Carlos Rodríguez remató de cabeza, se desvió en la espalda de Carlos Tenorio y superó a Alexander Domínguez.

Fue un golpe duro, pero Liga de Quito reaccionó a tiempo. Fernando Hidalgo puso la igualdad a los dos minutos del segundo tiempo.

Parecía que los quiteños iban a tranquilizarse después del tanto, pero mantuvieron esa ambición desmedida por sumar elementos en cancha rival. La consecuencia: siguieron sufriendo en los contragolpes.

Alexander Domínguez empezó a convertirse en la principal figura blanca: salvó su portería varias veces.

Pero ni él pudo hacer algo para evitar el segundo tanto de los mexicanos. Fernando Uribe, quien ingresó en el segundo tiempo, puso el gol que sentenció el juego y comprometió la participación blanca.