El lider y la
memoria historica

Decía el amauta (hombre sabio, en quichua) César Vallejo en su poema “Masa”, del libro “España, aparta de mí este cáliz” , de 1937: “Al fin de la batalla/y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre/ y le dijo: “No mueras, te amo tanto”/ Pero el cadáver ¡Ay¡ Siguió muriendo/. {...} Entonces todos los hombres de la tierra/ lo rodearon; los vio el cadáver triste, emocionado;/ incorpórese lentamente,/ abrazó al primer hombre; echóse a andar”. Esto hace que el líder pase de la memoria colectiva a la memoria histórica, para convertirse en Historia, como sostiene Maurice Halbachs: “(...) La historia no es todo el pasado, pero tampoco es todo lo que queda del pasado. O, si se quiere, junto a una historia escrita, hay una historia viva que se perpetúa o se renueva a través del tiempo...”. Y es desde aquí donde Fidel Castro se inmortaliza tanto en el pueblo de Cuba como a escala mundial, con sus virtudes y logros alcanzados, como también con sus defectos y errores cometidos durante su largo periplo existencial.

Después del 25 de noviembre que sus cenizas retornaron a la madre tierra, Fidel ya está en la Historia y, por ende, su memoria es patrimonio de la humanidad, para admirarlo u odiarlo según los afectos ideológicos-políticos o culturales. ¿Por qué esto? Porque su famosa frase, tan manipulada y distorsionada, de que “La historia me absolverá” de 1953, después del fracaso del asalto al Moncada, fue eximido por 6 años de prisión, destierro y lucha armada en Sierra Maestra, hasta 1959 cuando derrocó a Batista y asumió el poder.

Gracias a la labor periodística de Hebert Matthews, que lo entrevistó en 1957, como a la cobertura posterior de los medios de comunicación varias generaciones de latinoamericanos hemos podido seguir su desenvolvimiento.

Le recordaremos por su anticolonialismo, antiimperialismo, antiapartheid; por su espíritu integracionista y sentido de la solidaridad y cooperación. Su apertura a otras formas de lucha por la dignidad.

Del Granma a la barca de Caronte, comandante Fidel ¡hasta siempre!

colaboradores@granasa.com.ec