Legado de 1820: libertad, independencia y autonomia

hoy no es un 9 de Octubre como cualquiera del calendario común. Es el día de mayor significación, importancia y trascendencia histórica para la cultura e identidad guayaquileña. Señala la permanencia de ese luminoso y simbólico Octubre de 1820, ritual cívico y de proyección sociopolítica para Guayaquil.

Y debe serlo para el conjunto del país, pues en este octubre del 2017, una vez más, celebramos la recepción anual de ese importante legado histórico. Es la herencia que dejaron y transmitieron a todas las generaciones los próceres insurgentes que forjaron tres valores fundamentales de la guayaquileñidad: libertad, independencia y autonomía.

A 197 años de la gesta patriótica, heroica y creadora de estos principios, ellos se han cristalizado en granito cívico, humano, en voluntad política y en pacto ciudadano; aquello que Olmedo, Roca, Antepara, Noboa, Villamil, Febres Cordero, etc., nos legaron de esa importante transformación. Para ellos la gratitud eterna y el compromiso social de preservar y seguir por la ruta que abrieron y nos señalaron.

Cuando en Guayaquil y el país se habla de estos tres principios, los ciudadanos sabemos que es una triada inseparable, pues así la definieron los insurgentes del octubre revolucionario. Para ellos, luchar por la libertad fue abrir el horizonte sociopolítico para ir hacia la independencia y conquistar su autonomía. Por eso estos tres elementos no se deben separar.

Precisamente esta razón, cuando se acerca la celebración del bicentenario de este evento histórico que abrió la ruta de la independencia nacional, consagrada en Pichincha el 24 de Mayo de 1822, es imprescindible que cada ecuatoriano valore y reconozca cuánto de decisivo fue el aporte de los guayaquileños para la liberación definitiva de la patria.

Guayaquil no escatimó esfuerzo alguno, económico, físico, humano, etc., no solo para iniciar el camino de la independencia definitiva del Ecuador sino también para mostrar a todos que esta era necesaria para que la libertad estuviera vigente. Incluso para que la autonomía de esta sociedad contribuyera a formar una efectiva colectividad de ciudadanos libres en lo económico, social, político, cultural, ideológico, etc. Asimismo, comprendieron que este era el aporte de esta comunidad para que el país sea patria, nación y república.