Saramago escribió un fabuloso ensayo: Ensayo sobre la ceguera, que puede aplicarse a diferentes circunstancias. Sin embargo, existe una condición de ceguera muy peculiar: la causada por el fanatismo, por el dogmatismo. En Ecuador estamos viviendo la manifestación más palpable de este tipo de ceguera, que encuentra su caldo de cultivo en la educación deficiente y en la escasez de cultura. Existe un grupo de asambleístas del otrora oficialismo, ciegos como un topo recién salido a la luz, pero en el caso de ellos de manera permanente.

Tenemos un expresidente que exhibe razonamientos pueriles como que “las coimas son propinas que salen del dinero de las empresas privadas”, “las coimas no perjudican al estado”, “las coimas son producto de acuerdos entre privados” y otros “razonamientos”. Aquellos asambleístas que reclaman pruebas, pretendiendo que los actos de corrupción se hacen ante notario y con escritura, son de una ceguera espantosa. Por eso, Saramago, te pido que vuelvas y escribas un tratado sobre este tipo de ceguera, perniciosa, que además se acompaña de un oscuro sentimiento de superioridad y de desprecio a la opinión pública, ya no un ensayo, necesitamos algo más profundo y detallado para que sirva como libro de texto para que nunca más tengamos generaciones de ciegos y fanáticos.

Ing. José M. Jalil Haas