“El servicio publico exige una gran capacidad de sacrificio personal”

Lo difícil es saber en nuestro proceso de formación para qué nacimos, cuáles son nuestras inclinaciones naturales para educarnos profesionalmente. No hay algo más frustrante que estudiar y ejercer una actividad que no nos guste.

¿Cuántos maestros, abogados, ingenieros médicos, economistas y de otras profesiones hay que se sienten frustrados y van frustrando a otros al ejercer una profesión que no les gusta y que escogieron por equivocación o inducidos por otros o porque la sociedad no le ofreció la oportunidad de formarse en lo que más le interesaba o le gustaba?

Por el contrario qué bien se siente y cómo sirve quien supo formarse en la vocación que le indicaban sus inclinaciones naturales.

Es así, que la política y el servicio público exigen una gran capacidad de sacrificio personal y familiar para servir a la comunidad en general. Quien se mete a este tipo de actividades para lograr su provecho personal y familiar como primera prioridad causa daños a veces irreparables a la sociedad. Hubiera sido mejor dedicarse en otras actividades que giren en buena medida al entorno del interés personal y no a una actividad orientada al bienestar colectivo de la población.

Eco. Mario Vargas Ochoa