“Que esta segunda intervencion sea fructifera para todos”

El 1 de diciembre de 1865 nació la Universidad de Guayaquil, en un ambiente donde urgía preparar profesionales. La mácula de los errores de los gobiernos corruptos enfermó a la universidad. Con los años dejó de ser la Academia, el lugar del conocimiento para convertirse en el botín de oro de muchos oportunistas autollamados profesores, aquellos que solo iban de vez en cuando a tomar lista y hacer actos de presencia.

La putrefacción académica llegó a su extremo que el gobierno anterior tuvo que intervenir la universidad. Algo se hizo en este primer proceso, los profesores y las secretarias fueron obligados a cumplir con sus horas de trabajo, se implementó un poco de orden y disciplina.

Pero la intervención cometió sus errores, no sacó a los malos elementos, faltó la limpieza del personal académico y administrativo que tanto daño ha hecho a la universidad.

El resultado de este error se evidenció hace pocas semanas, cuando otra vez la Universidad de Guayaquil se convirtió en la gallina de los huevos de oro. Las peleas, los forcejos, los insultos y los intereses personales se impusieron ante el diálogo. Nuevamente se tuvo que intervenir a la institución.

Los profesionales graduados de la Universidad de Guayaquil, y quienes le tenemos un cariño porque fue el hogar que nos educó, deseamos que esta segunda intervención sea fructífera para los estudiantes y para el país.

Wendy Zambrano León