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“Soy el que soy. Y es obvio que voy a confrontar”

Fueron meses de arduo trabajo. Y los resultados de un equipo de investigadores que realizó el registro de las diferentes manifestaciones y expresiones del patrimonio sonoro, por fin devuelven a Quito parte de su historia.

“Soy el que soy. Y es obvio que voy a confrontar”

Abraza, saluda y bromea. Porque, desde ayer, el legislador independiente Andrés Páez está oficialmente en campaña como binomio de Guillermo Lasso. Esta conversación con EXPRESO es su primera entrevista tras la nominación.

Usted tomó distancia de CREO para buscar una opción presidencial...

No. Nunca busqué una opción presidencial. Simplemente les di identidad a quienes luchamos en las calles contra la tiranía. Nunca fui afiliado a CREO.

Pero sí recibió su impulso.

Por eso dije claramente que estaba agradecido. Pero era importante canalizar esa voluntad de la inmensa mayoría que salió a las calles. Había que dar forma a manifestaciones que sin duda fueron inorgánicas.

Vamos a eso: usted fue muy activo en esas marchas.

Es que mi vídeo fue el detonante.

¿Se apropia de una bandera ciudadana y no partidista?

Cuando yo saqué el vídeo, el último domingo de mayo del 2015, diciendo que nos declaramos en rebeldía, que vamos a desobedecer a Correa y que no le tenemos miedo; eso provocó mi primera convocatoria a los Shyris. Un mes después la ciudadanía había multiplicado la participación. Ellos fueron los artífices, pero mi propuesta lo detonó.

¿Y usted también da por muerto al correísmo?

Cuidado, el correísmo pudo haber perdido mucho apoyo. Pero el corazón del correísmo sigue allí. Un corazón fascista con el que buscarán retener el poder para terminar de saquear al país. El correísmo está sumamente vigente. Lo acaban de demostrar con el regreso de la Ley de Plusvalía.

¿Qué puede sumarle usted a Guillermo Lasso?

Eso lo dirán los expertos. Pero lo que yo aporto es una inmensa cantidad de gente que se ha identificado con la fiscalización.

¿Este binomio permitirá que Lasso se mantenga en la tranquilidad de las propuestas y usted en la agitación de la pelea?

(Ríe) Vea, yo nunca podré despersonalizarme. Soy el que soy. Y es obvio que voy a mantener la confrontación. Es una conducta que ha recogido adhesiones de quienes no quieren permitir impunidad, la gran pesadilla que hereda el correísmo.

¿Se considera un radical?

Me considero objetivo, pero claro y directo. No tengo vacilaciones. Y solo soy radical en materia de principios, eso no se negocia.

Es evidente el desencuentro de posturas entre usted y Lasso. Impulsar la prohibición de la salida del país al presidente Correa, por ejemplo...

Habrá temas que se irán decantando con los días. Pero una vez que se inicien los enjuiciamientos, en una función independiente, evidentemente habrá prohibición de salida para muchos. La diferencia es que no será como hoy, que se les prohíbe salir cuando ya están fuera sacando la lengua.

Es una promesa difícil. El nuevo Gobierno recibirá autoridades de control ya impuestas.

No. Porque a la semana siguiente todas las autoridades de control deberán someterse a consulta popular para que se decida si se quedan o se van. Será el primer paso para reinstitucionalizar al Ecuador.

Usted critica al resto de la oposición por tener correístas en sus filas. ¿Le parece lógico?

Lo que he dicho es que no voy a traicionar a la gente en las calles. Eso no significa que vayamos a estigmatizar a quienes fueron correístas, sino a los corresponsables.

Pero el 70 % de este país votó por el correísmo.

Sí. Porque los pueblos a veces se engolosinan y luego terminan envenenados. El primer síntoma de un envenenado es el abrir de ojos: este país ya abrió los ojos.

Su personalidad no se asemeja a la de un número dos. ¿Está preparado?

Por supuesto. Cumplo con el principal requisito.

¿Cuál?

Dos palabras: lealtad absoluta.