“En nombre de la democracia utilicemos el poder de la libertad”
Quiero rescatar el contenido de la primera película sonora de Charles Chaplin, El gran dictador, quien buscó ridiculizar, con palabras satíricas, al capitalismo. Su objetivo fue transmitir perfectamente el sentir de esos tiempos, sobre el horror del fascismo y los regímenes totalitarios. Fue escrito por el propio Chaplin, en 1940.
Primero: Lo siento, pero no aspiro a ser emperador, eso no es para mí. No pretendo regentar, ni conquistar nada de nada.
Segundo: Me gustaría ayudar en lo posible a cristianos y judíos, negros y blancos. Tenemos el deseo de ayudarnos mutuamente.
Tercero: Necesitamos más la amabilidad y la cortesía que la inteligencia. Sin estas cualidades, la vida será violenta.
Cuarto: El odio de los hombres pasará, los dictadores perecerán y el poder, que han usurpado al pueblo, volverá.
Quinto: Vosotros lleváis el amor de la humanidad, en vuestros corazones. No odiéis.
Sexto: En nombre de la democracia utilicemos el poder de libertad.
Séptimo: No han mantenido sus promesas, ni la mantendrán jamás. Los dictadores han domesticado al pueblo.
Octavo: ¡Soldados! En nombre de la democracia, ¡unámonos!
Pero la genial visión de Chaplin, en su discurso, ahora se entrelaza con denuncias políticas y reclamos por la corrupción. Señores lectores de EXPRESO, saquen sus propias conclusiones.
Lic. Robespierre Rivas R.