Mientras el mundo festeja la aproximación de la Navidad, en la otra orilla se sufre. Por eso no podemos decir que la Navidad es para todos porque, por ejemplo, cada día aumentan los chamberos, vemos a más carameleros en las calles, a vagabundos perdidos en el fango de las calles. Correa es el culpable porque aprobó la tabla mínima de consumo de drogas. También se incluye en esta maraña los jóvenes que no pueden estudiar ni trabajar (ni ni) porque esta sociedad les niega este derecho.

Quienes más sufren en esta fecha son aquellas personas que viven en soledad, los adultos mayores abandonados por sus hijos, los ecuatorianos que se encuentran en el extranjero.

Ricardo Ordóñez