“La Navidad tiene una carga nostalgica que nos transporta a la infancia”
Una fecha o dos estilos de festejos. Detener el tiempo para recordar es una tarea ardua para todo ser humano, desbordar los sentimientos ante los triunfos es una agradable actividad mental que hace resucitar las alegrías con que el alma se nutre dentro de este tránsito por el mundo material. Así mismo sucede en sentido inverso cuando los recuerdos tienen el polo opuesto.
Qué bella es la vida si recordamos nuestras tristezas y alegrías. El ser humano que lo haga vive intensamente. Lo duro de la vida es el tedio, no tener por qué emocionarse, haber renunciado a la existencia estando con vida.
La Navidad es alegría y triunfo por el suceso más trascendental que inició una nueva era, la del cristianismo. El Hijo de Dios enviado a la tierra con su mensaje de paz y fraternidad para con todos los hombres y mujeres. Enseñanza sencilla pero tan difícil de aplicar en la cotidianidad del convivir humano.
La Navidad tiene su carga nostálgica, en el que los sentimientos de confraternidad plena nos llevan hacia los recuerdos infantiles, cuando los maestros y los padres nos preparaban para la conmemoración. Si nos hicieron experimentar el significado de la Navidad, seguros es que la Navidad estará siempre en nuestras almas, como un sentimiento de amor hacia todos los seres humanos.
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo