Tarqui. Antonio Laínez muestra la foto de su hija que está desaparecida.

“Mi corazon me dice que mi hija esta viva”

“Me dijeron que mi hija había sido sacada con vida al día siguiente del desastre. Desde entonces la he buscado en hospitales, centros médicos y hasta en la morgue, pero su nombre no consta”, dice el afligido padre que no pierde la esperanza ni la fe en

Antonio Laínez Franco volvió ayer a la parroquia Tarqui o zona cero de Manta, como la llaman después del terremoto que devastó a Manabí y parte de Esmeraldas.

Protegido con una mascarilla, el abuelo de 64 años espera que la búsqueda de su hija Mayra Juliana Laínez, de 23 años, arroje resultado pronto. A la hora del terremoto, la joven mujer, egresada de la facultad de Ingeniería Civil, estaba trabajando en la sección de papelería del centro comercial Felipe Navarrete, que colapsó y del que sacaron 90 cadáveres de los escombros.

Laínez aún mantiene la esperanza de hallarla con vida entre la montaña de escombros, de la que emana un olor pestilente.

“Me dijeron que mi hija había sido sacada con vida al día siguiente del desastre. Desde entonces la he buscado en hospitales, centros médicos y hasta en la morgue, pero su nombre no consta”, dice el afligido padre que no pierde la esperanza ni la fe en Dios. “Mi corazón me dice que mi hija está viva”.

Ayer, 18 días después del terremoto, un grupo de antropólogos forenses extranjeros y maquinarias volvieron al sitio devastado para buscar a Mayra.

La fiscal Ginger Mesías precisó que la búsqueda en el edificio del centro comercial se permitió tras una inspección de los expertos del Cuerpo de Bomberos, que dieron luz verde al ingreso de la maquinaria.

Eduardo Almeida, director de Gestión de Riesgo de Manta, dijo que de presentarse otro caso similar procederán de la misma manera. HLV