“Por sus frutos los conocereis”

El ser humano es el único ser destructor del hombre, de la naturaleza y de lo que ella comprende. Es tan indescifrable que muchas veces las apariencias engañan. Mas inequívocamente la frase bíblica “por sus frutos los conoceréis” nos alerta. Y esto es lo que dejan ver quienes muchas veces se refieren a alguien con desprecio y más cuando la frialdad es contra animalitos inofensivos, con una seca expresión de “se me está escapando de envenenarlo”, como pude escuchar de alguna vecina.

Si alguien es capaz de hacerle daño a un inofensivo animal, el sentimiento es el mismo contra cualquier persona. Lo que expresamos con palabras, revela lo que guarda el corazón.

Ana Buendía