Miserable es el calificativo más benigno que se les puede dar a quienes secuestran y más todavía a quienes asesinan a sangre fría a gente inocente so pretexto de reivindicaciones de cualquier tipo.

Se escucha a Guacho hablar y a nadie le queda duda de que su nivel educativo es muy escaso, o nulo, y sin embargo, puede abofetear en las mejillas, sonoramente, ejecutando inocentes y secuestrando a más personas a escasos días de haber asesinado a otros inocentes.

¿Significa esto que personas que han recibido educación, de mayor nivel, pueden ser burlados por esta gente?

¿O estamos frente a una realidad en la que no tiene más que cuestionar la asignación de funciones? ¿Se designó a personas que no tienen la preparación adecuada para enfrentar a un analfabeto funcional, y real? ¿Puede la estrategia de un hombre sin ninguna preparación ser superior a la de las cabezas de los organismos encargados de velar por la integridad de nuestro país?

Hay algo que está mal. O se escoge funcionarios por méritos, lo que en resumen se conoce como la meritocracia, o, se asigna puestos por afinidades ideológicas o compromisos políticos y se asume las consecuencias.

El espectáculo es triste, ver comités y cónclaves de altos funcionarios tartamudeando al hacer declaraciones mientras los narcoterroristas se centran en hacer más secuestros.

Ing. José M. Jalil Haas