“Del dicho al hecho hay mucho trecho”

Hay comentaristas que nunca patearon una pelota y otros que sí jugaron pero pasaron “como Katumbí”; sin embargo, dan cátedra de fútbol; los pocos que brillaron en la cancha, sí tienen derecho a enseñar, por experiencia no por ciencia. En la política es igual; hay analistas que nunca ejercieron ninguna función pública; y, si lo hicieron, no aportaron nada para el país; ahora, aparentemente, tienen la solución a todos los problemas. “Quien mucho habla, poco hace”, decían los antiguos; Lenín Moreno debería designarlos como asesores ad-honorem para que demuestren en la práctica sus teorías y arreglen la situación del país.

Miguel Ulloa Paredes