“La Constitucion es totalitarista y retrograda y letal para la democracia”

No queremos más cleptocorreísmo y continuamos sometidos a la Constitución correísta de Montecristi, que es la carta magna del totalitarismo, que nos fue impuesta por una mayoría fulminante de fanáticos correístas. Se instituyó un presidencialismo absoluto, totalitario, despótico e impune, es decir, retrocedimos en democracia y transparencia, aunque se creó la Función de Transparencia y Control Social, que es justamente la herramienta del totalitarismo. Montecristi nos sumió en el más escandaloso retroceso institucional y al borde del descalabro económico y social. Estamos estancados entre la ira y la esperanza, sin poder reivindicar ninguna acción moralizadora, pues el laberinto normativo que impuso la Constitución de Montecristi, ampara la impunidad, impide la moralización y salpica la democracia.

Esta Constitución es totalitarista y por tanto retrógrada y letal para la república, pero no hay consenso para una Asamblea Constituyente, más bien hay un temor inexplicable, porque si existe una salida digna y democrática. Ya se escuchan muchas voces sensatas y patriotas que se han pronunciado sobre la posibilidad de aprovechar, la futura etapa electoral, para realizar una consulta popular o referéndum y poner en vigencia la Constitución de 1998, sin duda la mejor de nuestra vida republicana.

Es viable esta propuesta que, por ser inédita, no requiere de ningún informe ni autorización del actual orden, solo de la voluntad popular.

Mauro Terán Cevallos