Proceso. Antonio Macías al momento de ingresar su voto a las urnas.

“Aunque conozco el camino, lo dificil es llegar a la mesa”

Las personas con discapacidades contaron con tres modalidades de sufragio: el voto en casa, asistido y preferencial.

La odisea empieza en el instante en que con ayuda de su esposa, Edith Coronel, baja de su auto Skoda Fabia, parqueado a tres cuadras de la escuela Aída León de Rodríguez Lara, en el suroeste de Guayaquil. Antonio Macías, de 58 años, quien se moviliza en una silla de ruedas, acude a ese plantel para sufragar.

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