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“Por CNCO me aferre a la vida”, el testimonio de una fan

La visita del quinteto a Quito, además de la grabación de su nuevo videoclip, permitió que una fan cumpla su sueño.

La quiteña Salomé Ruiz asegura que le debe la vida al quinteto pop.

“El doctor me recetó un poquito de tu afecto y no estás. Eres la cura de mi enfermedad, el caso parece de gravedad. ¡Y venga! Mi princesa, que el tiempo no regresa. Y yo por ti pongo el mundo de cabeza”. Así dice la estrofa rápida de Quisiera, canción del quinteto de pop latino CNCO.

Para Salomé Ruiz este tema significa mucho: la fuerza para continuar con su vida. Sin querer, la melodía describe una situación muy personal. Ella también pasó un grave quebranto de salud y CNCO fue el ‘afecto’ que recetó el doctor y que menciona la canción.

La mujer de 34 años y música de profesión supo del grupo por recomendación de una amiga, cuando los profesionales no podían diagnosticar su enfermedad. Durante casi tres años, Salomé entró y salió de hospitales, se practicó muchos exámenes sin que los galenos supieran el porqué de su constante deshidratación, desmayos, mareos, visión borrosa y poca vitalidad.

Ahora con un tratamiento que está surtiendo efecto para superar su insuficiencia suprarrenal secundaria, ha retomado su vida normal y con la llegada del grupo, en especial del ecuatoriano Christopher (22), decidió agradecerles en persona. “Cuando empecé a sentirme muy mal y no sabía lo que tenía, una amiga me aconsejó escuchar el grupo y me di cuenta de que eran buenos músicos. Los investigué. Supe que Christopher Vélez es ecuatoriano y me interesé por completo en ellos. Mientras mi cuerpo se iba desgastando y dejé de trabajar, ellos se volvieron como una razón para levantarme”, explicó la quiteña, quien en ese periodo también terminó una relación sentimental con proyecto de matrimonio. Mientras la tristeza la embargaba, se volvía cada vez más fanática de las canciones del grupo juvenil, en especial de Volverte a ver, su favorita.

Salomé recuerda que tuvo días muy duros, incluso pensó en quitarse la vida. Pero el contacto directo por las redes sociales y la conexión que sintió con las ocurrencias de los adolescentes le hacían querer despertarse cada mañana para mantenerse informada, siempre con la esperanza de que le robaran una sonrisa.

El lunes por la noche pudo agradecerles personalmente, en especial al lojano Christopher Vélez. Su sueño de conocerlos empezó a hacerse realidad luego de hablar con Jenny Muñoz, la madre del ecuatoriano. Después vino el encuentro. Acompañada de una amiga, se acercó al hotel donde se hospedaron los chicos y allí pudo saludarlos y tomarse una fotografía para el recuerdo.

Ahora acepta que usó a CNCO para aferrarse a la vida. “Gracias a Dios ahora estoy estable, volví a trabajar, puedo comer luego de que mi cuerpo rechazaba el alimento y he recobrado las fuerzas. Debía agradecerlo en persona. No voy a olvidar cómo Christopher me pidió que me retirara para ir a descansar y cómo me escuchó”, señaló.

Aunque Salomé no pertenece a ningún club de fans, está dispuesta a seguir apoyando a la agrupación. No solo por lo que los chicos han significado para ella sino porque, desde su campo de acción, la música, los considera un buen quinteto lleno de armonía, con un buen ensamble y letras.

Presentes en la adversidad

Fue la Navidad del 2016 cuando Salomé más se aferró a la agrupación. Y se lo contó en el encuentro que mantuvo con Christopher. “Me llevaron al hospital. Me sentía muy mal. Tenía mucho dolor, no podía respirar y en la sala de emergencia los médicos no sabían qué hacer. Una enfermera se acercó y me pidió que me distraiga con algo. Pensé en los vídeos de CNCO. Christopher es muy loco y comencé a tener calma. Me sentí mucho mejor después de un rato”, dice.