Es un pintor cuencano con cuarenta años de trayectoria. Ha ganado numerosos premios, entre ellos, el Salón Nacional de la Casa de la Cultura. Ha expuesto sus obras en EE. UU. e Italia y ha desarrollado murales para las Naciones Unidas.

“Busco motivar a salvar la naturaleza”

En 2010, Jorge Chalco inició ‘Yasuní profundo, una exposición compuesta por doce obras a gran formato. Para ella, el artista visitó el polémico parque nacional y retrató su fauna y flora. La muestra, que ya se ha exhibido en Quito, Cuenca y Guayaquil

En el parque nacional Yasuní, Jorge Chalco no solo encontró bellezas naturales, sino también historias. Historias sobre la lucha entre la preservación de la naturaleza y la contaminación, el cambio climático, la pérdida de cosechas y la necesidad de que la gente se una a favor del medio ambiente.

¿Cómo evoca su temprana relación con el arte?

No tengo antecedentes familiares de artistas o artesanos. En segundo grado, mi profesor no podía creer que los dibujos que estaban en mi cuaderno eran hechos por mí. Me retó para que dibuje en su presencia y así lo hice. Su admiración era increíble.

¿Qué lecciones le han dejado sus temporadas residiendo y exponiendo en Estados Unidos y Europa?

Las lecciones que me han dado han sido únicas, fíjese estar frente a obras de Miguel Ángel, Francisco de Goya, Pablo Picasso, Chagal. Han sido alimentos que nutren mi espíritu para fortificar mi gusto por el arte.

Cuando ve la tela en blanco, ¿qué es lo primero que piensa en realizar?

El lienzo en blanco es un reto, como un torero en su ruedo; el misterio es saber el resultado, porque hacer una obra de arte no solamente es placer, es también angustioso, pero me alimenta y me anima a vivir. En el proceso de la creación encontramos un camino complicado. ¡Allí se encuentra el reto!

En la muestra ‘Yasuní profundo’, no solo se muestra lo bonito de este sector...

No. La muestra original es de cuarenta cuadros. La exposición busca motivar a salvar la naturaleza, a cuidar el hábitat de esta zona, pero hay obras como ‘Encuentro cercano con la muerte’, que recogen los constantes conflictos que se viven entre las tribus que residen en el sector.

¿Cómo ha visto la recepción de esta muestra itinerante?

Bueno, la exposición ha estado en Cuenca, en Quito estuvo durante tres meses en la casa presidencial de Carondelet. Ahí estuvo la muestra completa, los cuadros, dípticos, trípticos, polidípticos, etc. En Guayaquil, en julio, se exhibieron murales en gran formato en el Nahim Isaías. Este 22 de septiembre la exposición se inaugurará en el Instituto Cervantes de Roma, y ahí buscaremos otros espacios.

¿Qué viene para usted después de esta etapa?

Esta serie está titulada como ‘pinturas para pensar’. La Amazonía es el pulmón del mundo... es la única herencia que dejamos a nuestros hijos. ¿Qué espero más adelante? Seguir explorando, porque hay cantera para largo...Ya lo dijo José Martí: “La naturaleza gime sin que los poderosos quieran escuchar”.