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“Los buenos gobernantes dirigen a sus pueblos”

A veces pensamos que las sociedades son el producto de las creencias de los pueblos. Pero en realidad esto también depende de sus gobernantes. Y con ello los pensamientos sufren un remezón, a veces positivo, aunque no siempre. Los buenos gobernantes dirigen a sus pueblos mediante la guía divina, preceptos bíblicos que les afina para tener un corazón servil, como única guía para alejarse de la corrupción y decidir sabiamente. Toda fuente de sabiduría la encontramos en Dios: Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos” (Daniel 2:21). De ahí depende el éxito de los gobernantes que saben dirigir a su pueblo.

Lelia Bravo C.