El teatro es fundamental para todo actor que se respete y es algo intrínseco en José Andrés Caballero, quien con su personaje Luis Fernando Periñón, el aniñado caído en desgracia de La Trinity (Ecuavisa) es un rostro muy popular en la televisión ecuatoriana. Jovial, espontáneo, sencillo, natural y sin poses, es como EXPRESIONES percibió a este guayaquileño que a sus 23 años está forjando una carrera interesante en las tablas y en la pantalla chica. “En las artes escénicas, lo que más me nutre y me llena es el teatro. La televisión obviamente es más lucrativa, pero la respuesta del público es a largo plazo mientras que en el escenario la obtienes de inmediato, es algo indescriptible”, indica José Andrés. Curiosamente su vocación inicial era la de bailarín. La danza lo conectó como era de esperarse con la música y así aprendió canto, guitarra y piano. “Mi mundo era ese, el del pop rock. Yo era seguidor de Verde 70, Cruks en Karnak y Enanitos Verdes y es algo que no he abandonado”. Con toda esa paleta de herramientas artísticas, tras salir del colegio, no era extraño que audicionara para un casting en el Instituto de Televisión (ITV). Bastó con ver las luces para enamorarse de una profesión y prepararse. Llegaron así las oportunidades, una de las más recordadas fue Medardo (2015) película en la que encarnó al poeta Lauro Dávila. De este filme se le vienen a la mente, Nitsy Grau y Leopoldo Morales, sus grandes mentores y maestros. Ahora que está en La Trinity aún no digiere el alcance de lo que implica llegar a las masas y perder la privacidad. Sus horarios de grabación son extensos y extenuantes, pero gratificantes porque tomó su rol como un reto con el que logró afianzarse en una novela a la que algunos tachan de localista y estereotipada. “Es positivo mostrar la historia de un lugar que no se había visto antes en televisión, pero toda crítica es buena y la acepto, lo que importa es que la vean”.