“Los academicos son quienes deben asumir el tema del aborto”

El aborto, por ser un tema delicado y que repercute en todos sus estratos, demanda conocimiento para ser abordado, por lo cual, no debería tratarse en la Asamblea, sino analizarse desde la Academia, priorizando el humanismo. Así, ginecólogos, psiquiatras, psicólogos, sociólogos, abogados, etc., plasmarían el resultado en forma de proyecto de ley, para que, únicamente, sea aprobado por el Poder Legislativo.

Si la violación sexual de niñas, adolescentes y adultas, es un crimen que crece indetenible en el país, el aborto debería practicarse con la inmediatez necesaria y el respaldo de la ley. Pensemos en la gravedad del impacto emocional y físico que sufren las víctimas, que son marcadas para siempre, en una sociedad pacata y decadente, con principios y valores nada firmes. Pensemos, en la macabra experiencia para la madre que trae al mundo a un niño –inocente- producto de una violación, y que, cuando este niño crezca, a lo peor descubra su procedencia.

La Iglesia no debería interferir en este problema que es de salud pública y ajeno a dogmas. La indudable influencia que tiene sobre un amplio sector de la población sumado a los ingentes recursos que recaudan de los creyentes, “guardados” en el Vaticano, debería canalizarlos hacia programas para orientar y educar a la juventud del mundo, para que esta aprenda a conceptuar y practicar, el verdadero amor, el respeto y la solidaridad.

Leonardo Cueva Piedra