Guayaquil. Lasso recorrió ayer la ciudad.

Lasso y Moreno, un nuevo inicio en los extremos

Están de vuelta. A la espera de la oficialización de la campaña para la segunda vuelta, los finalistas Guillermo Lasso (CREO-SUMA) y Lenín Moreno (PAIS) han impuesto su ritmo a una segunda precampaña, que los lleva cada vez más a extremos opuestos.

Están de vuelta. A la espera de la oficialización de la campaña para la segunda vuelta, los finalistas Guillermo Lasso (CREO-SUMA) y Lenín Moreno (PAIS) han impuesto su ritmo a una segunda precampaña, que los lleva cada vez más a extremos opuestos.

Separados por la estrategia. Lasso optó ayer por reafirmarse en lo que ha sostenido desde el día siguiente de las elecciones: “es momento de dejar a un lado las diferencias”, dijo. Su equipo ha confirmado a EXPRESO que, a estas alturas, ha mantenido contactos telefónicos con todos los demás líderes de oposición y que esta semana iniciará los contactos personales con Dalo Bucaram (FE) y Paco Moncayo (Izquierda Democrática). Lasso trabaja esta vez con la mira puesta en su entorno externo.

Moreno mira casa adentro. Ayer, después de haberse reunido con sus coidearios electos para la Asamblea, a quienes pidió mantener activos sus equipos de campaña, aterrizó en Santo Domingo, una provincia que lo favoreció con el 40,7 % de los votos. Moreno, cuya primera parada poselectoral fue Manabí, su principal bastión, ha iniciado una campaña con reuniones y visitas de color verdeflex.

Separados por la visión. El debate individual, entre dos finalistas que no tienen un cara a cara confirmado, ha vuelto a generarse. Esta vez por las latas de atún que militantes del oficialismo arrojaron contra las sedes de CREO y el Banco de Guayaquil, un acto calificado por el candidato Moreno como parte de la “libertad de expresión”. Ha sido un nuevo punto de fricción. Lasso no solo ha condenado estas actitudes, que calificó de “violentas”, sino que ha revertido contra su contendiente lo que considera una contradicción: “no puede ser que aplauda que lancen latas de atún, pero le tenga miedo a un debate donde nos lanzaremos ideas”, aseguró en una de sus insistentes convocatorias al oficialismo para un encuentro personal de cara al país.

Opuestos también en los espacios. Lasso, que mantuvo su regreso a la precampaña en Guayaquil, el terreno que comparte con el socialcristianismo para buscar arrebatarle la principal provincia del país al oficialismo, optó por citarse con los medios nacionales en una apretada agenda de entrevistas; Moreno, por su parte, hizo lo propio con una serie de declaraciones ofrecidas a los medios locales, una costumbre de campaña que ha mantenido con sus visitas a cada cantón, evitando desde la última semana, antes de las elecciones, a la prensa de carácter nacional.

Ambos han decidido no esperar a la oficialización de la campaña, cada uno a su manera. ABP