Lasso irrumpe en Azuay con Cabrera

Lasso irrumpe en Azuay con Cabrera

El acercamiento entre el candidato de CREO y Compromiso Ecuador, Guillermo Lasso, y el alcalde de Cuenca y líder del azuayo movimiento Igualdad, Marcelo Cabrera; es un hecho a anunciarse esta semana, confirmado a EXPRESO por ambas formaciones.

La política está en los detalles. El acercamiento entre el candidato de CREO y Compromiso Ecuador, Guillermo Lasso, y el alcalde de Cuenca y líder del azuayo movimiento Igualdad, Marcelo Cabrera; es un hecho a anunciarse esta semana, confirmado a EXPRESO por ambas formaciones.

El detalle de la conversación resulta evidente: un respaldo imprevisto. El equipo Lasso, que trabaja arduamente para romper la etiqueta de lobos solitarios a la que los arrojara La Unidad, que lidera el alcalde guayaquileño Jaime Nebot, ha apuntado a la tercera Alcaldía del país en una secuencia de diálogos que incluye el acuerdo por firmar con el alcalde de la capital, Mauricio Rodas, líder de SUMA. Dos respaldos políticos de peso innegable.

En el caso de Cabrera, quien ha reconocido a este medio la existencia de la negociación, el diálogo de respaldo a Lasso podría materializarse en un acuerdo provincial, es decir, electoral; CREO habría ganado entonces más que un aliado. “Es un elector fuerte en Azuay y sus índices de aprobación están por encima del 50 %”, apuntan fuentes en la mesa de una negociación que podría extenderse hasta el 3 de octubre.

En Azuay, un territorio considerado como bastión correísta, donde los presidenciables gubernamentales cuentan con mejores cifras que en Guayaquil y Quito, el apoyo de Cabrera bien podría cambiar el equilibrio de un tablero donde La Unidad irrumpió el año pasado con la incorporación del prefecto Paúl Carrasco, quien hoy compite por la presidencia de la coalición. Precisamente ese fue el hecho que acelerara el rompimiento Carrasco-Cabrera, entonces aliados; el segundo acusó al primero de “derechizarse”.

Tal vez por eso aún no hay concreciones. Aunque, de haberlas, de lograrse una alianza electoral calificada como “probable”, “posible” y “deseable” por sus negociadores, el cambio no solamente se sentiría en las presidenciales, sino en el Legislativo, con cinco escaños en juego.

¿Por qué estaría dispuesto Cabrera a asumir el riesgo? Su aspiración no es necesariamente electoral. Secuestrado por la herencia de un tranvía que no puede costear, el alcalde de Cuenca tiene dos años por delante para conseguir el financiamiento y evitar el desplome de su imagen política. Su apoyo, reconocen en su despacho, implicaría el compromiso de un futuro gobierno con la obra. Allí entra Lasso, el más opcionado en la oposición. Allí el detalle.