En la avenida Carlos Julio Arosemena, que va desde el puente 5 de Junio hasta el teatro Centro de Arte, sus tres gasolineras tienen filas de bulliciosos autos.

Largas filas por gasolina “menos cara” antes de la medianoche

Conductores de taxis y vehículos particulares pugnan en las distintas gasolineras por llenar sus tanques antes de la medianoche, cuando entren en vigencia los nuevos precios de los combustibles.

No es una noche de verano cualquiera en Guayaquil. El sonar de miles de bocinas en calles y avenidas interrumpe el sueño en estos momentos.

Conductores de taxis y vehículos particulares pugnan en las distintas gasolineras por llenar sus tanques antes de la medianoche, cuando entren en vigencia los nuevos precios de los combustibles, por decisión del Gobierno de quitarles el subsidio.

“No hay extra, sólo súper, que es la más cara”, sostienen muchos tuiteros que se hacen eco de la desesperación que cunde en las estaciones de servicio de la gran ciudad.

Los congestionamientos vehiculares se hacen visibles a una hora en que normalmente la gente descansa.

En la avenida Carlos Julio Arosemena, que va desde el puente 5 de Junio hasta el teatro Centro de Arte, sus tres gasolineras tienen filas de bulliciosos autos que pugnan por llegar a los surtidores. Allí los despachadores no se abastecen. Lucen aturdidos por el pitar incesante y los gritos de “muevan la mano”, “no escondan la extra” y otras expresiones de los desesperados por comprar el combustible.

El mismo panorama se vive en Quito y otras ciudades. La gente quiere ahorrarse unos dólares. Con el tanque lleno, evadirán los precios nuevos un par de días al menos. Luego se verá cómo pagar casi el doble por cada galón.