Elegancia. Rafaella Baquerizo (# 108 del mundo) y Camila Romero (111) ganaron el campeonato Sudamericanas ITF de Argentina.

El lado bello del tenis

Ganaron el viernes pasado el título del Sudamericano ITF Junior de tenis, en Mar del Plata, Argentina, y hace dos semanas el de Bolivia, confirmando que son la pareja femenina de dobles con mayor proyección del tenis ecuatoriano; aún así, Rafaella Baqu

Ganaron el viernes pasado el título del Sudamericano ITF Junior de tenis, en Mar del Plata, Argentina, y hace dos semanas el de Bolivia, confirmando que son la pareja femenina de dobles con mayor proyección del tenis ecuatoriano; aún así, Rafaella Baquerizo y Camila Romero prefieren no hacer ruido. Entrenan a diario, viven viajando y apenas tienen tiempo para ellas.

EXPRESO las desafió. La idea era romper el molde. Sacarlas de la cancha donde su juego, una sencilla cola de caballo y un par de zapatos deportivos es lo que el mundo exterior ve. Pero son más que eso; están llenas de metas, sueños y de una belleza indudable.

Para Rafaella, la mayor de las dos con 18 años y quien actualmente está posicionada 108 en el ranking mundial juvenil, no era la primera vez que iba a posar para el lente de una cámara. Su porte y simpatía la llevaron a ser portada de una revista hace tres años, de ahí que llegó con una maleta y tres opciones de vestuario. Camila, por su parte, debutaba. Lucía más tímida, pero igual de predispuesta.

Con 17 años apenas, Romero escaló esta semana 16 puestos en el ranking ITF y aparece 111, logro que desde ya la ubica como firme aspirante a jugar la etapa de clasificación o ‘qualy’ del Roland Garros Junior, a disputarse en mayo, en Francia. “Todo esto ha sido un sueño. El resultado de tanto esfuerzo y sacrificio de ambas durante muchos años se está empezando a ver reflejado, pero todavía queda mucho camino por recorrer”, asegura.

La química entre Camila y Rafaella no es una coincidencia. Aunque recién este año coincidieron en la gira de torneos ITF, se conocen desde hace ya más de 7 u 8 años, cuando iniciaron a jugar a nivel competitivo. Son amigas. Se hacen bromas, conocen de su técnica (Rafaella juega en la red y Camila en la línea de base) y se comunican bien en cancha. Juntas tienen dos títulos y varios partidos en la Copa Federación.

Mientras posan para la sesión fotográfica les es imposible aguantarse la risa. Entre ellas comentan que no usan tanto maquillaje, que su fuerte no es caminar en tacos o plataforma, ni usar vestidos o faldas, pero se ven y se sienten bien.

Rafaella recuerda que el día que ganaron en Mar del Plata cumplió la mayoría de edad y fue Camila la que la bañó en harina, huevos y leche, durante la premiación; ahora se centran en sus carreras. La primera está a pocos meses de entrar a estudiar becada en negocios internacionales en la Universidad Purde, en Estados Unidos; en tanto que Camila tiene previsto jugar en mayo un torneo en Bélgica, luego Inglaterra y Wimbledon, todos a nivel Junior aún.

Ambas guayaquileñas no dudan que volverán a jugar juntas en una cancha. Su pasión es el tenis; su máximo sueño sigue siendo ganar un Grand Slam.