Klaus posa en los pasillos de la Villa Olímpica con Soohorang, el tigre blanco coreano mascota de los Juegos.

Klaus Jungbluth: “He venido como unico atleta, pero no me siento solo”

La temperatura (-15 grados bajo cero), ni las 14 horas de diferencia con Ecuador han sido impedimento para enfriar los ánimos de Klaus Jungbluth en la histórica participación que cumple en los primeros Juegos Olímpicos de Invierno para Ecuador.

Aunque regularmente duerme cuando es pleno día en su natal Guayaquil, el esquiador de la prueba de fondo 15 kilómetros estilo libre, del próximo 16 de febrero, se da las formas y atiende a EXPRESO. Está feliz. Repite una y otra vez que cumple un sueño y que lleva a Ecuador siempre por delante. El idioma no es problema.

- ¿Cómo ha sido ir solo a una cita histórica de esta magnitud?

- Definitivamente es una experiencia única y muy especial. He venido como único deportista, pero no me siento solo. Tengo un equipo técnico que está siempre apoyándome y dándome los mejores consejos para mejorar en lo que más se pueda, con el objetivo de llegar en un excelente nivel a mi carrera del 16 de febrero.

- ¿Cuál fue su primera impresión al pisar la Villa Olímpica?

- Es un lugar espléndido (suspira), se vive un ambiente lleno de confraternidad y camaradería entre todos los más de 2.500 deportistas. Lo que más me ha llamado la atención es la amabilidad y la buena disposición de los coreanos. Son personas muy amigables, siempre de buen humor y sonrientes.

- ¿Qué le dicen los representantes de otros países al conocer que proviene de una nación debutante y de que es el único atleta?

- Algunos se sorprenden. No es nuevo ver a un país sin ninguna historia de deportes invernales presente en unos Juegos Olímpicos de Invierno, inmediatamente después se alegran al ver que en naciones pequeñas como Ecuador luchamos para tener un puesto en estos eventos y lo valoran mucho.

- ¿Con quién o quiénes comparte cuarto en la villa?

- Conmigo está el técnico de esquís, el noruego Vidar Johansen. En otro cuarto está la entrenadora, la italiana Laura Bettega, y en otro el doctor Pablo Sarmiento, del Comité Olímpico Ecuatoriano.

- ¿Se imaginó algo así en su primera experiencia olímpica?

- Había imaginado algo, pero al llegar aquí y presenciar especialmente la ceremonia de apertura fue algo inigualable. Desfilar y haber hecho flamear la bandera frente al mundo es algo único en la vida, creo que no solo para un deportista, sino de cualquier persona que representa a su país.

- ¿Qué le dejó la inauguración?

- De que fue un espectáculo sin precedentes. Lleno de luces, colores, desfiles y lo más importante: el mensaje de paz que el país anfitrión envió al mundo uniendo las dos Coreas en una sola.

- Ya de cara a su participación el 16 de febrero, ¿cómo ha planificado su preparación?

- Diariamente, desde que llegué a Corea, he trabajado de acuerdo con el plan elaborado por mi entrenadora, Laura Bettega. Repeticiones de velocidad, resistencia y técnica han sido principalmente en lo que nos hemos enfocado; trabajando siempre sobre la pista donde será la carrera, conociendo cada detalle de ella.

- ¿Quién está encargándose de sus gastos en la cita olímpica?

- El Comité Olímpico Ecuatoriano. Desde mi clasificación ellos se han hecho cargo de todos los gastos de mi preparación, así como de mi equipamiento, viajes y demás.

- ¿Qué mensaje le puede dejar a los ecuatorianos?

- De que los sueños se cumplen y este es uno de ellos; no creo solo mío, sino de todos, porque al fin estamos en unos Juegos de Invierno y voy a dar lo mejor por el país.