Transitar por las carreteras del Ecuador se ha convertido en un verdadero vía crucis a lo largo de los años. No solo por los episodios de alta siniestralidad de las mismas, que según datos de la Agencia Nacional de Tránsito ya suman alrededor de 200 mil accidentes en los últimos seis años, sino por el mal estado de algunos tramos de la Red Vial Estatal que conectan varios puntos importantes para las actividades productivas del país.

Muestra de ello son las rutas que conectan a Guayaquil con Machala y Cuenca, ambas ciudades que utilizan el puerto de la Perla del Pacífico para la importación y exportación de una amplia gama de productos. En el caso de la Capital Bananera del Mundo, una ruta que en condiciones regulares se puede completar en dos horas y media, durante la época de invierno puede tomar hasta siete horas si se interrumpe el paso por alguno de los más de 12 baipás que tiene esta carretera, algunos con más de 30 años de antigüedad y al menos 12 gobiernos sin dar una solución definitiva.

Asimismo, el tránsito hacia la Atenas del Ecuador, Cuenca, sufre intermitencias, especialmente por la lluvia. Una ruta que en condiciones normales no supera las tres horas de viaje, puede tomar hasta el doble del tiempo por los constantes derrumbes en la vía, en especial, en la zona de Molleturo. Pese a tener un camino alternativo que pasa por La Troncal, este se vuelve un peligro para los turistas que comparten la carretera con volquetas, tráileres y camiones.

“Este problema viene desde hace más de 10 años”, señala Rosa Prieto, presidenta de la Cámara de Industrias de El Oro, quien señala que el mal estado de la vía que conecta a su provincia con Guayaquil provoca pérdidas significativas a los productores orenses. “El sector camaronero es el más perjudicado porque el camarón pierde su calidad con el pasar de las horas hasta llegar a las empacadoras de Guayaquil, donde están la mayoría de estas empresas. En el caso de los bananeros, si bien es cierto que venden por cajas, (con las vías en mal estado) el transporte genera gastos adicionales por el maltrato de los vehículos, además que la fruta se estropea en el camino y puede que pierda su calidad”, destaca.

Sobre esto, José Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, explica que el sector camaronero pierde hasta 45 millones de dólares anuales por retrasos y pérdida del producto como consecuencia de la falta de inversión en la vialidad. “Si demoramos menos tiempo en ir y regresar (de Guayaquil), hay más tiempo para sacar más producto”, explica.

Por otro lado, Adrián Alvarado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cuenca, indica que los problemas viales entre la Costa y el austro ecuatoriano afectan cada vez más a sus comerciantes y al turismo. “Un flete internacional, si es dentro de Latinoamérica, está en mil dólares. Sin embargo, traer la mercadería de Guayaquil a Cuenca está bordeando los 800 dólares por los gastos adicionales por el mal estado de la vía”, señala y explica que el perjuicio se extiende a otros sectores.

• 45 millones de dólares en pérdidas sufre solo el sector camaronero por el mal estado de las vías, en especial, entre Guayaquil y Machala.

“En el feriado de carnaval se esperaba el 80 % de ocupación, pero no se llegó ni al 70%. Uno de los principales factores es la peligrosidad del acceso a Cuenca”, continúa Alvarado. “Esto es incompresible y desconsiderado con Cuenca. Dependemos completamente del comercio y el turismo; y este tipo de situaciones nos afecta gravemente. El tiempo es dinero. La espera hace que todo aumente, en costos directos e indirectos y la cadena productiva”, añade el director ejecutivo.

El malestar de los líderes gremiales radica, principalmente, en la falta de mantenimiento de las vías existentes e, incluso, la falta de nuevos trazos para agilizar el tránsito. En el caso de la ruta entre Guayaquil y Machala, el mantenimiento y ampliación de la vía ha sido intermitente, pese a que algunos tramos están concesionados, desde 2016, a Concesionaria del Sur (Consur) bajo la modalidad de alianza público-privada. Según explica Rosa Prieto, de la Cámara de Industrias de El Oro, desde la firma de dicho contrato, los gobiernos no han desembolsado oportunamente el dinero que les correspondía y el cobro de peajes ha sido intermitente.

“La falta de recursos provoca la paralización y el no mantenimiento de la vía. De eso hemos estado sufriendo”, destaca Prieto y recuerda que el peaje del sector El Garrido, en el cantón El Guabo, estuvo dos años (desde febrero de 2021 hasta febrero pasado) paralizado por una acción de protección interpuesta por un grupo de ciudadanos que reclamaban el mal estado de la vía, pese al cobro del peaje.

Este Diario intentó contactarse con Jairo Carmona, gerente general de Consur, para consultarle sobre los motivos que provocan el lento avance de la mejoría de esta vía y la deuda que el Estado mantendría con ellos; sin embargo, personal de la empresa indicó no están autorizados para dar declaraciones y que cualquier duda sea remitida al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).

Asimismo, este Diario intentó contactarse con el titular de la cartera de Estado, Darío Herrera, para consultarle el supuesto retraso de pagos del Gobierno y las acciones que tomará para mejorar estas rutas, sin embargo, luego de varias reprogramaciones, EXPRESO sigue a la espera de la entrevista.

“¿Qué pasó con la ampliación? La gente quiere verla, si no se las va a volver a cobrar”, señala la titular de la Cámara de Industrias de El Oro e indica que su sector está dispuesto a pagar el peaje “siempre y cuando se reactiven las obras y se vean avances significativos”.

Reactivación de las obras que sí sucedió, luego de que el ministro Herrera destine 4,6 millones de dólares a la concesión para la continuación de los trabajos en la vía Tenguel - Río Siete - Huaquillas en diciembre de 2022. Sin embargo, según explica Prieto, “(el dinero transferido) solo cubre dos meses de operaciones de la concesionaria, ya que, en promedio, se necesitan dos millones de dólares por mes”, resalta Prieto.

Sin embargo, la discusión de las concesiones es un tema que ni asoma por el austro ecuatoriano, donde recién hace una semana el presidente Guillermo Lasso firmó un convenio con una empresa coreana para el inicio de los estudios de una nueva ruta entre Guayaquil y Cuenca. Ahora los trabajos son competencia del ministro Herrera.

La intermitencia de los trabajos en esta zona del país hace que los gremios productivos protesten. “No se puede comparar las vías del norte con las del sur”, indica el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cuenca, quien también increpa al Gobierno, señalando que “somos la tercera ciudad más importante en tributación. Esto es desconsiderado con nosotros”.