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Kibaki, tercer presidente de Kenia, recibe sepultura tras funeral concurrido

El tercer presidente de Kenia recibió sepultura junto a la tumba de su esposa, Lucy Kibaki, quien murió en 2016.

El tercer presidente de Kenia, Mwai Kibaki (2002-2013), quien falleció el pasado día 22 a los 90 años, recibió este sábado sepultura en su condado natal de Nyeri (centro) tras unas exequias fúnebres que congregaron a miles de personas.

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Después del funeral de Estado que este viernes se ofició en Nairobi, el féretro, envuelto en la bandera nacional y escoltado por un convoy policial motorizado, fue trasladado por carretera desde la capital a la ciudad de Othaya, cerca de la localidad de Gatuyaini, donde Kibaki nació el 15 de noviembre de 1931.

En una gran carpa levantada sobre los terrenos de la escuela de Othaya (a 120 kilómetros de Nairobi), el arzobispo católico de Nyeri, Anthony Muheria, presidió hoy el servicio religioso, que siguieron miles de ciudadanos en ese emplazamiento.

Las más altas autoridades del Estado se dieron cita en el acto, lideradas por el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, quien reemplazó a Kibati en la jefatura del Estado en 2013.

"Mwai Kibaki fue el padre de la nación y el padre de muchas personas en nuestra república (...). Estamos aquí para enviar a nuestro héroe a su lugar de descanso. El viaje que habíamos tenido con él ha terminado porque ha descansado. Seguiremos trabajando juntos con la familia". afirmó Kenyatta.

Tras cuatro horas de exequias fúnebres, sonó el himno nacional y el féretro de Kibaki -de cuya muerte no se desveló la causa, aunque su salud era ya muy frágil- se colocó en un remolque tirado por un vehículo del Ejército, que lo condujo a su residencia de Othaya escoltado por un centenar de militares con uniforme de gala.

En una ceremonia privada a la que sólo asistieron la familia, amigos y algunas altas autoridades, el cuerpo fue bajado a una tumba al son de diecinueve salvas de cañón, honor reservado a los expresidentes del país africano.

El tercer presidente de Kenia recibió sepultura junto a la tumba de su esposa, Lucy Kibaki, quien murió en 2016.

De nombre completo Emilio Stanley Mwai Kibaki, su legado político se remonta a la lucha por la independencia de su país en los años 50 y comienzos de los 60.

Después fue diputado por la oficialista KANU (Unión Nacional Africana de Kenia), ministro y vicepresidente, pero en la década de los 90 abandonó esa formación para crear su propio partido tras reinstaurarse un sistema multipartidista en el país.

En 2002, Kibaki logró la primera victoria de la oposición desde la independencia del país (1963) al frente de la Coalición Nacional Arco Iris (NARC), tras el fin del régimen autoritario de Daniel Arap Moi (1978-2002).

Los siguientes comicios, en 2007, se saldaron con la reelección de Kibaki, pero su victoria fue cuestionada por el líder opositor Raila Odinga, lo que provocó disturbios entre los partidarios del entonces presidente (del grupo étnico kikuyu, mayoritario en Kenia) y los de Odinga (de la etnia lúo), que causaron unos 1.300 muertos.

La crisis acabó con la firma de un acuerdo en febrero de 2008 que posibilitó un Gobierno de unidad nacional en el que Odinga fue nombrado primer ministro y Kibaki conservó la presidencia.

Pese al oscuro episodio de la violencia postelectoral de 2007-2008, Mwai Kibaki reactivó la entonces débil economía de Kenia, impulsó la construcción de infraestructuras y alumbró un nueva Constitución en 2010, si bien no consiguió extirpar la corrupción endémica del país.