Juicio vaticano por caso de corrupcion
El Vaticano abrió ayer el juicio contra el expresidente del hospital pediátrico Bambino Gesù, administrado por la Santa Sede, Giuseppe Profiti, y su extesorero, Massimo Spina, para esclarecer si se desviaron fondos a un empresario italiano para que se
El Vaticano abrió ayer el juicio contra el expresidente del hospital pediátrico Bambino Gesù, administrado por la Santa Sede, Giuseppe Profiti, y su extesorero, Massimo Spina, para esclarecer si se desviaron fondos a un empresario italiano para que se beneficiara de la reforma del ático en el que vive el cardenal Tarciso Bertone.
Tras la primera audiencia preliminar, el proceso continuará en septiembre debido al periodo de vacaciones.
En la pequeña y única sala del Tribunal del Vaticano, donde hace poco menos de un año concluyó el proceso Vatileaks2 sobre la filtración de documentos secretos del Vaticano, se volvió a abrir un proceso esta vez con dos imputados bajo la acusación de peculado. Pero ya en la primera audiencia de este juicio sobrevoló la figura del exsecretario de Estado vaticano y todopoderoso cardenal Bertone, que podría ser llamado a declarar aunque no figura aún en la lista oficial de testigos presentada por los abogados.
El promotor de justicia, como se denomina al fiscal vaticano, Gianpiero Milano, argumentó que es un juicio de importancia pública, justificando así la presencia de la prensa, y el presidente del Tribunal, Paolo Papanti-Pelletier, rechazó la petición de la defensa.
El caso comenzó hace cerca de un año, cuando el semanario “L’Espresso” publicó un artículo en el que desvelaba que una parte de la reestructuración del ático al que se mudó Bertone al ser sustituido como secretario de Estado, de unos 300 metros cuadrados más otros 100 metros de terraza, fue pagada con los fondos de la Fundación Bambino Gesù.