Carlos Pineda, uno de los grandes jugadores de Panamá y Emelec.

Para jugar futbol en Panama, tuvimos que viajar en barco en marzo de 1955

Danton Marriott era presidente, entrenador, busca talentos, y en definitiva dueño del Panamá Sporting Club, equipo que jugaba en la primera división del fútbol ecuatoriano.

Se contrataron dos partidos por gestiones consulares, para jugar en la ciudad de Panamá, pero había que viajar en barco.

Danton reunió a todo su equipo, entre los que más destacaban los hermanos Mendoza, Castro, Santos, Esteves, Gómez, Romanov, y un joven de 18 años que ya pintaba para crack, de nombre Carlos Pineda. Yo era el único jugador que no pertenecía al equipo.

Viajamos en un barco de nombre Bahía de Montego, que llevaba banano a Estados Unidos, con capacidad para 6.000 racimos, que en esa época no se los embarcaba en cajas, sino la fruta completa incluida el tallo.

El barco tenía una tripulación de seis personas y dos camarotes. Para poder dormir tuvimos que improvisar un camarote colectivo en la cubierta superior. Con caña guadúa se hizo un piso, un cerramiento y se colocaron colchones y sábanas, además de llevar para la comida arroz, lentejas, naranjas, refrescos, etc.

Durante 3 días navegamos a la luz de la luna y las estrellas, debido a que felizmente no hubo lluvia.

Llegamos a Balboa y en Panamá, nos alojamos en la pensión Alfaro; dos días después, mareados y no recuperados aún del viaje, perdimos 1- 0, ante la selección de Panamá. El segundo partido, ya con más condiciones físicas, logramos ganar por 2-0.

El regreso también lo hicimos en un barco ecuatoriano que venía dejando banano en EE.UU. Lo más impresionante e imborrable de la gira, fue el paso por el Canal de Panamá, desde Colón a Balboa, pasando por el lago Gatún, el corte de Culebra y las esclusas que subían y bajaban nuestro barco con una precisión inolvidable para quienes tuvimos la suerte de disfrutarla durante 8 horas seguidas.

Retornamos a Guayaquil también después de 3 días, pero como el barco era de mayor tonelaje, tuvimos camarotes en donde descansar. Como dato curioso les diré que el “Bahía de Montego” se hundió dos años después en el Caribe a causa de una tormenta.