
Juez ordena estudiar juicio politico a Temer
El magistrado Marco Aurelio Mello, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó ayer que la Cámara de Diputados abra los trámites para un juicio político contra el vicepresidente Michel Temer, similar al proceso en curso contra la mandataria Dilma Rousseff.
El magistrado Marco Aurelio Mello, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó ayer que la Cámara de Diputados abra los trámites para un juicio político contra el vicepresidente Michel Temer, similar al proceso en curso contra la mandataria Dilma Rousseff.
El pedido contra Temer fue presentado por un abogado y rechazado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, pero el denunciante apeló al Supremo y obtuvo el apoyo de Mello, quien alegó que la acusación es similar a la que llevó a iniciar el proceso contra Rousseff.
El autor de la acción, Mariel Márley Marra, sostuvo en su denuncia que el vicepresidente habría incurrido en el mismo “delito de responsabilidad” que Rousseff al firmar algunos de los decretos que facilitaron maniobras contables para maquillar los resultados del Gobierno en los últimos dos años.
El presidente de la Cámara baja, que en diciembre pasado aceptó iniciar el trámite para un juicio político contra Rousseff, se negó sin embargo, en la misma época, a aceptar las acusaciones contra Temer, según dejó sentado el magistrado Mello en su decisión.
El juez explicó que su sentencia “no emite juicios en relación a la conducta” de Temer, pero consideró que Cunha, al rechazar una demanda y aceptar otra, “no atendió la debida formalidad legal”.
Mello también determinó que se instale una comisión en la Cámara de Diputados, bajo el mismo molde de la ya designada para analizar las acusaciones a Rousseff, pero centrada en el caso del vicepresidente.
Temer tiene las relaciones con la mandataria congeladas, sobre todo después de que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que él preside, rompió la semana pasada con el Gobierno.
No obstante, ayer mismo, Temer anunció que se tomará una “licencia” de la presidencia del PMDB, que quedará ahora en manos del senador Romero Jucá. Fuentes cercanas a Temer explicaron que la decisión busca que el partido pueda “defenderse de los ataques” que ha recibido de los sectores oficialistas después de anunciada la ruptura y “evitar” que el vicepresidente “entre directamente en ese debate”.
La decisión del juez Mello, aunque aún puede ser apelada, adentra a la crisis en una nueva y confusa fase debido a la línea de sucesión presidencial.
Temer es el segundo en esa línea y ahora pudiera ser destituido junto con Rousseff, pero el tercero es Cunha, el jefe de los diputados, quien responde a un proceso en la Corte Suprema por corrupción asociada al escándalo de Petrobras.
El cuarto sería el presidente del Senado, Renán Calheiros, pero también es investigado por la corrupción petrolera, lo que pudiera dejarlo en la cuneta y abrir las puertas para una transición con el presidente del Supremo, Ricardo Lewandowski, al frente del país.
En medio del monumental enredo político del país, hay voces que han comenzado a alentar la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales, previstas para octubre de 2018.
El senador Valdir Raupp, del PMDB y muy cercano a Temer, le dio forma oficial a esa propuesta el lunes, al presentar un proyecto de reforma constitucional que plantea unas nuevas elecciones para octubre próximo, junto con los comicios municipales ya previstos.
Rousseff: “No habrá reforma”
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, descartó ayer una reforma ministerial hasta que concluya el juicio político que la oposición impulsa contra ella en el Congreso.
Desde que el centrista PMDB, con la bancada más numerosa en la Cámara, rompiera la semana pasada con el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, ella negocia la recomposición de su gabinete buscando dar más espacio a partidos que podrían ser determinantes para impedir el impeachment. Este debe ser aprobado por dos tercios de la Cámara (342 de los 513 diputados) y validado por el Senado.
La mandataria espera asimismo el desbloqueo judicial del nombramiento como jefe de gabinete de su mentor y predecesor Luiz Inacio Lula da Silva, investigado por presunta ocultación de bienes en el escándalo de corrupción de Petrobras.
Lula es el motor de las negociaciones para recomponer la base aliada y salvar a su heredera política del impeachment.