Juego limpio

Una de las mejores imágenes que hasta hoy nos deja el Mundial es la clasificación a octavos de final de Japón en el grupo H y el motivo por el cual llegó. El reglamento nuevo de la FIFA indica que ante igualdad de puntos entre dos selecciones se analizan sucesivamente la diferencia de goles, mayor número de goles anotados, diferencia de goles cuando se enfrentaron entre sí, mayor cantidad de goles en todos sus partidos y si aún persiste la igualdad, clasifica por juego limpio la selección que haya tenido la menor cantidad de tarjetas amarillas o rojas, ya que las tarjetas amonestadoras quitan puntos a las selecciones. Así, Senegal hizo sus maletas y Japón pasó a darnos otra lección de orden y respeto al enfrentarse al buen juego de Bélgica, que logró su gol de victoria en el último minuto de adición.

Todos vimos en noticias y en videos el comportamiento de los japoneses en el estadio, al limpiar el mínimo desorden de sus graderías o la tarjeta de gracias en el impecable camerino antes de regresar a casa. Juego limpio, orden y respeto son valores que se sienten en Japón en las calles, pues son valores culturales que esa civilización inculcó en las familias japonesas.

Los empresarios que somos parte de la ACE - Asociación de Empresarios Católicos, también jugamos limpio cuando aplicamos los principios de la Doctrina Social de la Iglesia en nuestro trabajo diario.

Juan Carlos Holguín, joven quiteño, vinculado a la innovación, tecnología y a Antonio Valencia, alista el lanzamiento de su libro Juego limpio y se prepara para competir para la Alcaldía de Quito con características que la nueva política espera para el próximo año. Inés Manzano también prepara estrategias diferenciadoras de la buena política para competir para la Alcaldía de Guayaquil, con sus valores de sostenibilidad, afinidad con la generación de los millennials y de los Z, que ambos pregonan.

Al igual que en la cancha, en la vida diaria también se pueden ganar partidos jugando limpio. En el deporte, en las empresas, en nuestras familias, sí se puede jugar limpio. La pelota cayó en nuestra cancha.