Tareas. Roberto Vera pintó  la bóveda que comparten los restos de sus padres en este cementerio.

Una jornada que se dedica a visitar a los que ya no estan

La muerte es un hecho incómodo. Es sinónimo de tristeza, vacío, de despedida definitiva y los cementerios son la síntesis de todo eso.

La muerte es un hecho incómodo. Es sinónimo de tristeza, vacío, de despedida definitiva y los cementerios son la síntesis de todo eso.

Pero existe un día en el que los guayaquileños reinterpretan su relación con los que ya se han ido: el 2 de noviembre.

Cientos de personas arriban a los camposantos con la intención de recordar a sus familiares muertos. Llegan a estos lugares embestido con la idea de que se visita a alguien, es por eso que los días previos, se ocupan en adecentar las bóvedas donde reposan los restos de sus parientes fallecidos.

Una ocupación casi parecida a los cuidados que se dan en las horas previas a una gran reunión en la casa de alguien.

“Cada año vengo a ver a mi niña. Pintamos su tumba, le dedico unas horas a estar junto a ella”, dice Elsa Real, una quiteña residente en Guayaquil que perdió a su hija de un año cuatro meses hace 45 años.

“Le trajimos a sus sobrinas”, dice Marcos Pareja, su hermano, refiriéndose a dos niñas de 9 y 10 años que jugaban entre las tumbas ubicadas en la parte alta del Cementerio Patrimonial de Guayaquil.

Aunque el de ayer era un día laborable, cientos de personas recorrieron los pasajes internos de este camposanto de la ciudad, el más antiguo y mayormente poblado. La mayoría llegó con la intención de limpiar, pintar, colocar flores en las lápidas y bóvedas donde yacen los restos de sus familiares.

“Seguro mañana (hoy), venga el resto de mis hermanos”, dice Carlos Torres Parra, quien junto con una de sus hermanas, se ocuparon la mañana de ayer a desempolvar las letras en las que se leen en alto relieve los nombres de sus padres: Luis Torres Poveda y Carmen Parra Vda. de Torres.

Una preocupación que la sienten un grupo de personas (cerca de un centenar), que en los días previos se esmeran por darse abasto con el pedido de servicios, con los miembros de la Asociación de Pintores, únicos reconocidos por la administración del camposanto para ocuparse de estas labores.

Roberto Vera Merchán, un estibador portuario, madrugó ayer. Desde temprano se dedicó a pintar la lápida de la bóveda número 11741, donde están los restos de Blanca Merchán Vda. de Vera y Roberto Vera Merchán, sus padres.

“Puedo contratar a alguien, pero es algo que me gusta hacer por ellos”, dice el cuarto de seis hermanos que tuvo esta pareja de guayaquileños.

Así, muchos se preocuparon ayer de dejar todo listo para lo que será la reunión familiar de este 2 de noviembre. RGS

Tránsito

Un carril de dos avenidas se cierra

El carril de dos avenidas -Julián Coronel y la Menéndez Gilbert- estará cerrado hoy para facilitar el movimiento de miles de personas que arribarán al Cementerio Patrimonial.

Esta es una de las medidas tomadas por la ATM, como parte del operativo que se ejecuta por este feriado de cinco días.

Paralelamente se ejecutarán controles en la salida de la vía a la costa y en las dos terminales terrestres. Cerca de 600 uniformados serán ocupados en el operativo.

Por los camposantos

Patrimonial

Las 15 puertas estarán abiertas entre las 7:00 hasta las 19:00. Se habilitarán seis baterías sanitarias aledañas a las puertas 1, 2, 8, 9, 12 y 14. Las misas campales son a la altura de la puerta uno. A las 9:00 y 11:00. La primera oficiada por el arzobispo Luis Cabrera.

Panteón

Ubicado en el kilómetro 8,5 vía a la costa, el padre Veraldo Placencia, oficia misa a las 12:00 en la capilla San José.

Parque de la Paz

Abre desde las 7:00. La misa campal es a las 12:30, la artista Nicole Rubira cantará acompañada de un recital musical.

Jardines de Esperanza

Abre a las 7:00. A las 16:00 se ofrecerá una misa campal.