La enseñanza alemana crece cada vez más en el país con la presencia de colegios con este tipo de aprendizaje. Uno de ellos es el que se asienta en Cuenca. El titular del directorio de dicha institución educativa conversó con EXPRESO sobre las falencias y el resto de la educación pública, y hacia dónde se proyecta el centro que dirige.

Aprender la teoría en un instituto y poner los conocimientos en práctica en una empresa real es el método del proyecto de educación dual que el gobierno de Alemania imparte alrededor del mundo. El sistema ha demostrado su eficacia tanto como medida contra el desempleo juvenil como contra la escasez de técnicos cualificados, así explica Jorge Roca, presidente del Directorio del Colegio Alemán Juan Bautista Stiehle, con asiento en Cuenca. “Puedo dar fe de que un colegio alemán cambia un país, una ciudad”.

¿Por qué?

Se trata de un sistema especial de educación, no tradicionalista. El de preparar a los alumnos bajo un esquema pedagógico que le facilite ingresar a una universidad alemana. Y si están capacitados para estudiar en Alemania, están también para cualquier universidad del mundo. Por tanto, la frase tiene dos aspectos: el pedagógico, donde los muchachos salen preparados para ir a cualquier universidad del mundo; y el segundo es que si el estudiantado migra al exterior crea un puente cultural entre una ciudad, como el caso de Cuenca con otros países.

¿Ecuador puede aplicar el modelo educativo alemán?

Parte esencial en este loable propósito es el profesor. En nuestra experiencia el profesor ecuatoriano de excelencia, que sí los hay, tiene un muy buen conocimiento teórico de su profesión. Lo que les falta es tener pedagogía, es decir saber enseñar. En su preparación les falta práctica, porque en lo teórico destacan. Otro elemento del sistema educativo alemán es que se enfoca en la calidad de la enseñanza y no en la cantidad de materia que se imparte a los alumnos. Y finalmente otra característica importante del sistema alemán es que se mide el resultado académico de la entidad educativa, y no tanto el cómo se llega a ello.

Salvo lo mencionado, ¿cuáles son los principales problemas en la educación pública ecuatoriana?

Los problemas son dos esencialmente: es una educación ideologizada y no holística; y el otro, un sistema educativo público no competitivo, centralizado y de muy baja calidad y penetración en la sociedad.

En otras palabras, ¿mejor es la educación privada?

No necesariamente. Sí es posible una educación pública competitiva, donde la competencia lleve a la excelencia y a la innovación. El sistema de vouchers logra esto. Educar a un chico en el Ecuador le cuesta al Estado unos $ 100 mensuales promedio por chico. Que el estudiante pueda con sus $ 100 escoger al colegio donde quiera ir es la clave. Siempre y cuando haya un estándar de medición de la calidad educativa de cada colegio. Los mejores colegios recibirán a la mayoría de los alumnos, los peores tendrán que cambiar de administración. Además, muchos colegios particulares querrán esos alumnos y esos $100 también.

¿Cuál diría que es el aporte de la visión alemana en la mejora de la educación ecuatoriana?

Cada colegio alemán en el Ecuador tiene su programa de asistencia pedagógica, como todos los colegios alemanes alrededor del mundo. Quito apoya a colegios fiscales, no solo en Quito, sino también en Manabí. Guayaquil ya tiene por décadas la vespertina, donde en sus instalaciones en la tarde funciona un colegio para estudiantes de escasos recursos, y adicionalmente con formación profesional. Cuenca tiene un programa que se llama ‘pequeños científicos’, donde se apoya a colegios fiscales en cambiar la metodología de la enseñanza de las ciencias de manera teórica y frontal, a una enseñanza en base a experimentos y colaborativa. Hace ocho años aproximadamente se funda el Colegio Alemán de Samborondón y en un par de años funcionará el colegio de Machala.

Más allá de este aporte a la sociedad, ¿cuál es la diferencia entre el colegio de Cuenca con sus pares de otras ciudades del Ecuador en la educación de sus estudiantes?

Es uno de los mejores colegios del sistema alemán. Los del resto del país otorgan los títulos de suficiencia académica y suficiencia del idioma, mientras que el de Cuenca entrega la posibilidad directa para el ingreso a las universidades germanas. El espacio del hardware de Cuenca es para 1.200 estudiantes, al momento están matriculados 850.

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