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En las zonas rurales las mujeres que no cumplen las veces de jefe de hogar, también trabajan en labores de campo: siembras y cosechas de productos de consumo.Guillermo Lizarzaburo

Las jefas del hogar, las más golpeadas por la pandemia de COVID-19

Existe una mayor inseguridad alimentaria moderada a severa en los hogares. Las mujeres como cabeza de hogar son más frecuentes en las casas más pobres

La pandemia también ha golpeado fuerte al sector urbano y también al rural: El 78 % reporta ingreso familiar menor o igual a 650 dólares. Es decir, no se llega a cubrir el costo de la canasta básica familiar (mayor a $ 700). En Los Ríos, a nivel urbano, es que más de la mitad tiene ingreso familiar menor a 350 y 88 % menor a 650 dólares.

Estos datos son resultados de una encuesta realizada por Rimisp e IDRC sobre Impactos del COVID-19 en la agricultura familiar y la seguridad alimentaria. Los detalles fueron presentados por el Grupo de Diálogo Rural (GDR).

La mayor proporción de mujeres son jefas de hogar conforme se avanza desde el quintil más rico a los más pobres. En el área urbana, el mayor porcentaje está entre los hogares del quintil 1. En el área rural, la mayor presencia de jefaturas femeninas está entre los hogares de los quintiles 1 y 2.

Los territorios seleccionados para implementar el proyecto, indica el Grupo, son los cantones de Daule, Santa Lucía y Palestina, en la provincia del Guayas, y Ventanas y Mocache, en Los Ríos.

En relación a los efectos de la COVID-19 sobre los ingresos, el 67 % de la muestra vio reducidos sus ingresos a raíz de la pandemia. La pérdida de ingresos fue mayor en Los Ríos rural (78 %). En Guayas (especialmente Guayas urbano), la diferencia entre hogares con jefatura femenina versus masculina es mayor. Los hogares con niños menores a 5 años perdieron perceptores de ingresos con mayor frecuencia (37 %) que los hogares con miembros mayores a 5 años (32 %). “Se evidencia una alta frecuencia de pérdidas en casi todos los quintiles”, señala.

Los ingresos de las mujeres indígenas son un 44% menor que el promedio de las mujeres a nivel nacional.

Las mujeres rurales necesitan mejorar su entorno

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Agricultores han señalado a diario EXPRESO que durante los días críticos de la pandemia algunos de los productos de consumo masivo, como el plátano y frutas, no podían ser comercializados, y que después de eso, los propietarios de tierras medianos y grandes redujeron sus gastos.

La inseguridad alimentaria severa es ligeramente mayor en el área urbana versus la rural (no hay diferencias importantes entre las jefaturas de hogar). Existe mayor inseguridad alimentaria moderada a severa entre hogares con jefatura femenina. Hay mayor inseguridad alimentaria moderada a severa en el área urbana de Los Ríos (34 %), comparada al área rural (26 %).

Según el estudio “existe preocupación entre los encuestados por no tener suficientes alimentos en los 3 meses anteriores a la encuesta. Más del 54 % de los hogares estuvo preocupado por no tener suficientes alimentos para comer por falta de dinero u otros recursos (71 % de ellos también reportaron menores ingresos por la pandemia). Entre las razones por la preocupación destaca la insuficiencia de ingresos, seguido, aunque de lejos, por el aumento de precios de los alimentos.

La encuesta se realizó del 2 de diciembre de 2020 al 16 de enero de 2021, con una muestra de 1.475 hogares. Para la definición de los territorios donde se aplicó la encuesta se identificaron como rurales aquellos territorios cuya población rural es mayor al 36 % y como urbanos a los territorios en los que la población urbana es mayor al 36 %. Con respecto a las características socioeconómicas de la muestra, el 44 % de los encuestados son mujeres, de las cuales el 60 %, jefas de hogar. El promedio de edad de los encuestados en el sector rural es 35 años, el 51 % son mestizos y el 36 % montuvios.

Con respecto a las medidas para enfrentar la pandemia, los mayores porcentajes en el área urbana relativo a la rural señalan la reducción de frutas, verduras, carne, pescado, gastos en educación y salud, préstamos a instituciones financieras y venta de bienes.

El 60 % de los hogares recibió algún tipo de ayuda (64 % área rural vs. 56 % área urbana). La ayuda más frecuente fue la de amigos/familiares y mayor en el área rural. El apoyo gubernamental fue mayor por parte de los gobiernos locales que del Gobierno central. 

PREFIEREN LAS TIENDAS. Se evidencia un mayor aumento en la compra en tiendas locales (37 % área rural) y mayor disminución en mercados locales y supermercados. La producción propia y compra directa a productores son las fuentes que menos aumentaron.

MUJERES DECIDEN. El 69 % de las mujeres en el sector rural participa en la toma las decisiones respecto al gasto para la compra de alimentos. Más del 60 % de hogares en el área rural reportó nunca haber utilizado producción propia ni comprado directamente al productor.

PÉRDIDA DE INGRESOS: Existe una mayor proporción de mujeres jefas de hogar entre los hogares más pobres y más afectados por la pandemia (pérdida de ingresos, inseguridad alimentaria), de acuerdo con la encuesta.