
Ironico: la lluvia los deja sin agua para beber
Manabí se presenta, hasta ahora, como la provincia más golpeada por el invierno.
Manabí se presenta, hasta ahora, como la provincia más golpeada por el invierno. Una tras otra se van sumando las poblaciones donde se han perdido vidas humanas, casas, sembríos, animales domésticos y bienes, debiendo además evacuar a decenas de pobladores.
A los daños que aún intentan superar en varias zonas rurales de Portoviejo, Rocafuerte, Junín, Chone y San Vicente (que intentan pero no pueden, pues continúa lloviendo fuerte), se han sumado otras de Portoviejo y Manta.
En Abdón Calderón (en Portoviejo) se han registrado 120 familias evacuadas, en Pueblo Nuevo son 40 y otras 60 se encuentran incomunicadas, según reportó el presidente del Gobierno Parroquial de esa zona, Adolfo Bravo.
En estos sitios casi un kilómetro de vía y casas quedaron bajo el lodo por la crecida de la quebrada Majagua. Personal de la Secretaría de Gestión de Riesgo (SGR) y del Ministerio de Inclusión Social (MIES) entregaron vituallas, colchones, alimentos y kit de aseo para los damnificados, que se encuentran en casas de acogidas.
Uno de los sectores más destruidos es la comunidad de Cruz Alta de Miguelillo, de Abdón Calderón. Allí, hasta ayer maquinaria pesada limpiaba el lodo que arrasó una de las quebradas y dejó semienterradas a decenas de viviendas del lugar, aunque milagrosamente sus habitantes salieron a tiempo.
En esas zonas se trabaja en 53 frentes, con 400 técnicos en los puntos críticos de: Playa Prieta, El Zapallo, Pueblo Nuevo, Miguelillo, entre otros.
También se reportaron inundaciones en el sitio Horconcitos, de la vía Chone-San Vicente, donde hubo que evacuar a 25 familias. Mientras que en Rocafuerte los cultivos de maní y cilantro quedaron bajo el agua y el lodo.
Y, de manera irónica, la misma lluvia en exceso hace que falte agua potable en Manta. Según la Empresa Pública de Agua (EPAM), esto se debe al alto nivel de turbiedad -lodo y palizada- que está llegando a las represas La Esperanza y Poza Honda, que abastecen a varios cantones de Manabí, lo que no hace posible el bombeo a la planta potabilizadora.
“Estamos en manos de la naturaleza. Por ahora empezamos a producir 20 mil metros cúbicos en la planta Colorado, que abastece a la parroquia Eloy Alfaro y parte del centro de Manta; respecto a la planta El Ceibal, todavía esperamos que bajen los niveles de turbiedad para comenzar a producir agua potable y de esta manera cubrir la demanda en todo Manta”, indicó José Espinoza, gerente de EPAM.
Manabí, junto con las provincias de Guayas, Santa Elena y Esmeraldas, fueron declaradas primero en alerta naranja y luego en situación de emergencia por parte de la SGR.
Y ahora, según explicó ayer Ricardo Peñaherrera, subsecretario de Gestión de Riesgos, se evalúa “extender la alerta naranja a El Oro, Los Ríos y Loja”.
En efecto, los problemas en esas provincias no son menores. Ayer, luego de una fuerte lluvia, una vivienda fue tapada por un derrumbe en el barrio Chinguilanchi, vía a Yanacocha, en Loja; no hubo heridos.
Mientras en El Oro, las zonas altas son las más afectadas, en especial en su parte vial y sus conexiones con Cañar, Azuay y Guayas.
Y en Los Ríos, la capital Babahoyo, Quevedo y Montalvo han sido las más afectadas por las inundaciones. HLV - VTL