Un ‘aguacero’ previsto y advertido. Las lluvias o precipitaciones que se han registrados en Guayaquil y varias localidades del país, y que han colapsado vías enteras por las inundaciones y caída de árboles, fueron advertidas por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) el pasado 3 de marzo. La entidad que explicó que el “atípico sistema de baja presión denominado Yaku, localizado frente a la Costa norte de Perú, y que se ha fortalecido por el calentamiento de la temperatura de la superficie del mar, influirá en la persistencia de lluvias intensas en distintos sectores de la Costa centro y sur de la región litoral de Ecuador”.

Esta advertencia meteorológica, que tenía como previsión la caída de fuertes lluvias durante la primera quincena de marzo, fue acertada y los estragos que va dejando el invierno a su paso lo confirman. Por ejemplo, el reciente colapso de la ciudad de Guayaquil, y otros cantones aledaños, que tras la caída de 18 millones de metros cúbicos de agua durante la tarde y noche del 8 de marzo, dejaron más de 32 vías anegadas al tránsito, causó la caída de árboles, suspendió actividades académicas en instituciones educativas, causó daños en la infraestructura de comercios y obstruyó el tránsito por más de tres horas en las principales vías de la ciudad.

Asimismo, las fuertes lluvias propiciadas por la presencia del ciclón Yaku en el océano Pacífico, frente a la Costa norte de Perú, ha ocasionado el desborde de tres ríos en la ciudad de Chone, Manabí. Dejando vías colapsadas, tres fallecidos y más de dos mil personas damnificadas.

Dos de las tres víctimas perecieron por el colapso de una vivienda en la pedanía de Santa Rosa, producto de un deslizamiento de tierra en la madrugada del 7 de marzo. Mientras que la otra persona fue encontrada sin vida tras ser arrastrada por la corriente desbordada del río Mosquito, en Chone.

Si bien es cierto, el ciclón Yaku, detectado en febrero pasado por el Sistema Nacional de Meteorología de Perú, y quien lo ha catalogado como un ciclón de características tropicales no organizado, no ha llegado a costas ecuatorianas. Sin embargo, según Jonathan Cedeño, oceanógrafo e investigador de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), su conformación y paso por el océano Pacífico hasta la Costa norte de Perú, “trae hasta la Costa ecuatoriana y el litoral, aires cálidos y húmedos, desde el océano Pacífico; causando el incremento de las precipitaciones en el país”.

En Perú, el ciclón Yaku también ha influido en las lluvias extremas. El Servicio de Meteorología del país vecino reportó fuertes lluvias en Tumbes, Piura y Lambayeque; y pronosticó “que en los próximos días (el ciclón) contribuirá en la intensificación de lluvias en la Libertad, Lima y Áncash; especialmente en las cuencas medias de la vertiente del Pacífico, generando incremento de caudales y activación de quebradas”.

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, desde el 1 de enero, a la fecha, 37 cantones del país han registrado eventos peligrosos a causa de las fuertes lluvias: “Las provincias con mayores afectaciones son: Pichincha, Zamora Chinchipe, Guayas, Imbabura y Los Ríos”.

El Inamhi no ha clasificado al fenómeno climático Yaku como un ciclón, pero ha alertado sobre las posibles consecuencias que podría traer consigo en Ecuador y Perú; debido a que su conformación podría desencadenar fuertes vientos, lluvias torrenciales y posibles inundaciones en las zonas costeras de ambos países. La entidad señaló que el aumento de la temperatura de la superficie del mar podría fortalecer y desarrollar aún más el fenómeno.