Obras. Todas las nuevas construcciones y aumentos que se realicen necesitan la supervisión de un fedatario.

El inspector sera responsable por fallas no alertadas en obras

151.200 dólares es el valor que paga el Municipio por el servicio para la ejecución de fedatarios.

Además del responsable técnico de la obra, que es el profesional que firma los planos que se ingresan en el Municipio o el que se hace cargo de la ejecución de la misma, el fedatario, los funcionarios municipales que aprueben informes y hasta la Cámara de la Construcción serán solidariamente responsables por las fallas constructivas en las obras que no fueran alertadas en sus informes técnicos.

Así se detalla en el documento firmado por el Municipio de Guayaquil y la Cámara de la Construcción para la contratación del servicio para la ejecución por fedatarios del control de construcciones en la urbe. Un requisito obligatorio por el que el usuario deberá pagar desde hoy, luego de la aprobación del permiso para edificar, tal como lo informó EXPRESO el 24 y 25 de julio.

Estos nuevos controles se implementan en el marco de la ordenanza para el fortalecimiento del control de construcciones en Guayaquil, mediante la ejecución directa y por fedatarios, que fue aprobada por el Concejo Cantonal en agosto del año pasado.

“Para nosotros es un desafío muy grande. Esta idea nace a raíz de los resultados de los registros de construcciones que se realizaron en Manabí y Esmeraldas luego del sismo de 2016, en los que se determinó que la falla persistente eran vicios de construcción”, explicó ayer Enrique Pita, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil.

Además de aquella obligación, el contrato establece que el inspector tendrá la responsabilidad de cumplir con cada una de las inspecciones asignadas por la Cámara. Si no lo puede hacer, deberá justificar su ausencia con 48 horas de antelación como mínimo, para que la Cámara pueda asignar aquel control a otro especialista. “El incumplimiento del fedatario en realizar la inspección causará responsabilidad de la contratista”, en este caso de la Cámara de la Construcción.

“El Municipio tiene un contrato de servicios con la Cámara y ellos son los responsables y los que dan seguridad y garantía al cumplimiento del contrato. A la falla de uno de los términos, es decir que su fedatario no asista a la inspección, la Cámara tendrá que asumir las sanciones correspondientes que le emita la Municipalidad”, precisa José Miguel Rubio, director de Urbanismo del Cabildo.

A su vez, y en ambos casos, la Cámara tendrá la facultad de sancionar al técnico. “Podríamos quitarle la posibilidad de darle más trabajo, dependiendo del caso. No existe una vinculación contractual entre la Cámara y el fedatario, se trata de una asignación de una tarea. Si en algún momento esa persona no está cumpliendo con su deber, o se detecta una anomalía, vamos a tener que utilizar todos los recursos institucionalmente posibles para llamar al orden a esa persona o sancionarla”, menciona Pita

El directivo indica que si la falta del fedatario es tan grave que afecta la imagen institucional, puede ser separado de la Cámara.

La postura de arquitectos, en análisis

Luego de conocer los detalles de la ordenanza, el arquitecto Xavier Gallo, docente de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil, manifestó su rechazo a la normativa.

“Estoy preocupado por esta situación y muchos colegas también. Nos quieren hacer afiliar a la Cámara de la Construcción para poder hacer inspecciones. Esto es un negociado”, asegura.

La facultad de Arquitectura realizará hoy una charla para conocer la opinión de sus docentes y después emitirá un pronunciamiento.