La inseguridad vial continua

Desde hace décadas los accidentes en carreteras, calles, caminos y avenidas constituyen tragedias continuas y en ascenso. Es como si conductores y peatones -pero siempre con mayor frecuencia los primeros que los segundos- estuvieran de acuerdo para que las estadísticas de estos funestos eventos fuesen en aumento.

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) tiene estadísticas que evidencian que los accidentes de tránsito se incrementan cada día. Por esto desde hace unos pocos años la sociedad civil, incluyendo a un conjunto de familiares de las víctimas de estos accidentes, creó una organización importante que permanentemente realiza campañas para concientizar a choferes y ciudadanos sobre estos hechos. Especialmente a los conductores del transporte público (urbano, intercantonal e interprovincial), puesto que en este ámbito es donde se registran las cifras más alarmantes.

Es conocido que no hay día, semana o mes en que no se registren eventos generados por choferes de transporte público en los cuales el número de víctimas haya sido considerable. Y cada vez más, las crónicas señalan que la responsabilidad del accidente recae sobre los conductores.

Preocupa que la cifra que registra la Agencia Nacional de Tránsito, entre enero y mayo de este año, alcance los 11.930 accidentes. Este número es muy alto. Señala la reiteración continua y ascendente de los percances de automotores y choferes. Si dividimos esa cifra para 150 días, que es el tiempo en que estos se han dado, tendremos un promedio de 79,53 accidentes por día. Esto significa que cada hora, en el Ecuador hay 3,31 accidentes de tránsito. Esto señala cómo va, cada vez más, incrementándose este tipo de hechos que afectan gravemente la seguridad de los pasajeros y de los conductores, y que incluso ponen en riesgo la vida de los peatones

La ANT señala que en los accidentes registrados desde enero hasta mayo de 2017, han perdido la vida 840 personas. Esta cifra abarca tanto a peatones, como a choferes y pasajeros. También dice que, generalmente, quienes estos accidentes se registran por distracción, vehículos en mal estado, impericia y consumo de alcohol, y por un problema que se repite cada vez más: ir hablando por teléfono, usando irresponsablemente el celular.

Es hora de que los conductores y la ciudadanía en general tomen conciencia de este grave problema.