Controles. Los patrullajes en la ciudadela Ferroviaria son constantes, pero no logran parar la inseguridad.

La inseguridad se toma la ciudadela Ferroviaria

Uno de los problemas que mantiene en zozobra a los moradores de la ciudadela Ferroviaria, ubicada en el norte de la ciudad, es la inseguridad que se ha desplegado en los últimos años.

Uno de los problemas que mantiene en zozobra a los moradores de la ciudadela Ferroviaria, ubicada en el norte de la ciudad, es la inseguridad que se ha desplegado en los últimos años.

En este lugar se registran a diario robos de accesorios a vehículos, hurto de ropa en domicilios, asaltos a todas horas, peleas estudiantiles y presencia de chamberos que ponen en alerta a los moradores.

Los vecinos reclaman la presencia policial en esta ciudadela, ubicada en una zona regenerada de Guayaquil y que incluso es destino turístico, por la presencia de una fuente luminosa y el parque lineal del Salado, que colindan con ella.

Grecia Alarcón, quien vive en la ciudadela hace más de 20 años, asegura que la delincuencia cada vez causa más problemas. “Antes este era un lugar tranquilo, pero ahora vienen de otras partes para asaltar a la gente. Gracias a Dios a mí todavía no me han robado, pero a mis vecinos sí”, manifiesta.

Pablo León, otro morador del sector, reconoce que el patrujalle policial es constante. “Pero mientras los policías están por un lado, los ladrones están delinquiendo por otro. Deberían desarrollar operativos agresivos para terminar con esta plaga”, manifiesta este ciudadano, quien hace dos meses sufrió el robo de su celular, a dos cuadras de su vivienda.

La situación se torna preocupante debido a que en el sector se encuentra la Unidad Educativa Carlos Monteverde y los 383 estudiantes, que asisten en las jornadas matutina y vespertina, corren el riesgo de ser víctimas de la delincuencia y del tráfico de droga que se da en los exteriores del plantel.

Los directivos de la entidad dijeron a Diario EXPRESO que estudiantes de varios planteles cercanos llegan a la ciudadela y arman bullicio por las constantes peleas que mantienen. “Nosotros activamos el botón de pánico, pero los policías tardan en llegar desde la UPC que está en la ciudadela Bellavista”, indica Patricia Chávez, rectora del centro educativo.

Ella dice que ha solicitado a las autoridades policiales la instalación de cámaras de seguridad para verificar quién o quiénes son los que cometen los robos y sean castigados.

En la Ferroviaria, ni las tiendas se salvan de la delincuencia. Bertha Manjarrés, dueña de una despensa ubicada en la Calle Octava, cuenta que hace cuatro meses dos ladrones entraron a su local y se llevaron varios productos y el dinero de lo que había vendido en el día.

Ella vive desde hace 65 años en el lugar y cuenta que por lo menos dos veces a la semana se producen asaltos a mano armada, especialmente en las noches cuando los chamberos, que deambulan por el estero Salado, llegan a destrozar las fundas de basura para llevarse lo que a ellos les sirve.

Antonio Moreno, otro habitante de la ciudadela, cuenta como anécdota que hace cinco meses policías vestidos de civil también fueron asaltados. “Los ladrones huyeron en un auto, disparando a los uniformados”.

En la ciudadela no hay ninguna Unidad de Policía Comunitaria (UPC). “Hasta el año pasado había un viejo Puesto de Auxilio Inmediato que estuvo abandonado por más de una década y que se convirtió en guarida de delincuentes. Pero cuando lo demolieron dejaron sin seguridad policial al sector”, anota Nancy Ortiz, quien vive en la ciudadela hace más de 30 años y le preocupa que este problema se acentúe. MTM

Curiosidades

- Origen

Surgió a mediados de 1950. Tomó el nombre de Barrio de la Ferroviaria en la década del 60. En 1975 adoptó el nombre de Cinco de Junio, para luego retomar el nombre original.

- El personaje

El fallecido sacerdote José Gómez Izquierdo, conocido por todos como el padre ‘Pepe’, es recordado por todos los del sector. Él trabajó en la construcción de la casa parroquial.